Teror se amaneció ayer con toque de corneta del Regimiento de Infantería Canarias 50 que, calle arriba plaza abajo, ejecutaron un simulacro del desfile con el que acompañarán a la Virgen del Pino en el día grande de su fiesta, el próximo martes 8 de septiembre.
Son 90 efectivos, con banda de guerra incluida, que afinaban ayer al milímetro el largo y ancho de las filas. Por cada siete soldados un sargento, por cada tres sargentos un teniente, y así sucesivamente, y que escoltarán la imagen en traje de bonito: chaqueta y pantalón caqui, camisa guantes blancos y corbata negra.
Pero no sólo ellos estaban ayer en zafarrancho de combate. El pintor David Ortega se guindaba de una de las fachadas de la calle Real para acicalar una de sus casas y presentarla en estado de revista y Julio Rodríguez, al frente de un puesto de bollería, se apostaba en el lateral de naciente de la basílica del Pino para enfrentarse e irse preparando para lo que viene, un tropel del peregrinos y visitantes que van a por sus bollos, truchas, lazos de miel, panes, aguas y refrescos despachados de diez de la mañana a diez de la noche durante veinte jornadas a piñón, "especialmente desde el día de la bajada de la imagen, (el próximo sábado), que es cuando llega lo fuerte", ilustraba Rodríguez haciendo el cálculo a ojo y medio camuflado por una contundente ristra de chorizos de Los Nueces, chorizo terorense donde los haya. Justo enfrente se encuentra el puesto de Esther Santana, un puesto 'ancestral'. "Oh, mi madre tiene 80 años y lo tiene de mi abuelo, pues más de un siglo", con venta de rosarios, medallas, pulseras e imágenes de la Virgen del Pino. Desde un solo euro a diez, el género de mayor carestía.
Ahí es cuando se corre la voz de que viene una televisora china, con seis periodistas chinos para emitir la fiesta a unos 800.000 personas de China. Y Julio, "¿sabrán en China pronunciar Teror?", y Esther, "pues aquí nos vemos".
Pero mucho antes que los chinos llegaba ayer a los pies de la imagen y desde Playa Honda en Lanzarot Aurora Vega, para "pedirle salud, porque con salud todo sale de seguido", y darle así un homenaje de cumpleaños a su madre, Juana Santana, acompañadas por el padre de Autora, José Vega, "católico creyente", al que la imagen vestida de impecable verde le resultaba ayer "preciosa".
Y sentado en las escalinatas, Luis Pelegrina, de Telde, que también se llegaba a girar visita a la patrona para "pedir la paz del mundo", desde bien temprano en la mañana a echarle un rezo y disfrutar del ambiente prefestivo que arropaba a la plaza al mediodía con un tiempo inmejorable.
Con las terrazas a rebosar también se iban conectando y afincando los generadores de electricidad y las unidades móviles de televisión, así como los escenarios para preparar la grabación, hoy jueves, del programa Tenderete.
Todo ello alrededor del impresionante laurel de indias que da sombra y fresco al epicentro de la fiesta grande de la isla.
