El "rotundo éxito" cosechado por la III Feria Regional de Patchwork y Labores de San Mateo, que ha llenado sus calles de bullicio, telas, botones, alfileres, patrones y color, encamina este encuentro pionero en Canarias hacia la categoría de nacional tras contar este año con expositores de Barcelona y Madrid y visitantes de otras islas como Fuerteventura. Así lo afirma en un comunicado el Cabildo grancanario, que financia este evento, organizado por la Asociación de Empresarios de San Mateo en colaboración con el Ayuntamiento, y que se celebra este sábado y domingo.

La consejera de Industria del Cabildo, Minerva Alonso, celebró el interés despertado por este encuentro, el primero y único de Gran Canaria hasta que este año se ha sumado una feria insular en Tenerife, de donde proceden diversos participantes, así como La Palma y otros puntos de fuera de Gran Canaria.

Antonio Ortega, alcalde del municipio, recordó, por su parte, que la relación de San Mateo con la costura es centenaria y las traperas "de toda la vida" han dado lugar al patchwork y a la creación de una alternativa laboral para San Mateo, cuya vinculación con la aguja y el hijo también ha dado lugar a la pasarela De Vega Alta Costura.

"La intención es reconvertir esta feria regional en nacional, se están dando los pasos y queremos que en la próxima edición ya tenga carácter nacional, San Mateo tiene mercado, infraestructuras, es acogedor y teniendo los medios lo que tenemos que hacer es reconvertirla con el apoyo del Cabildo, el Ayuntmaiento y los propios empresarios", concluyó Ortega.

Lo mejor contra la depresión

Ángeles Boso llegó a San Mateo con sus amigas procedente de Fuerteventura exclusivamente para gozar de la feria, y es que el patchwork "es muy vicioso", empezó con los trozos de tela que le sobraban y ha acabado haciendo cursos en Francia cada vez que acude a visitar a su hija.

"Pueden dar las dos de la mañana, es lo más recomendable para la gente desanimada porque te absorbe, estás tan concentrada para no equivocarte que dejas de pensar en otras cosas", aseguró.

Concepción Domínguez llegó, también con sus amigas, desde Agüimes y lo tiene claro, los bellos resultados "no se pagan con dinero". Es más, "a quien no lo sepa apreciar no se le debe ni regalar porque es un trabajo en el que te dejas los ojos".

Pero con tela, aguja e hilos no solo se hacen hermosas traperas, colchas o manteles, sino que dan lugar a un sinfín de modernas y tradicionales creaciones, desde bolsos a muñecas de trapo, que requieren un sinfín de artilugios que lucieron en San Mateo como planchas que no superan los diez centímetros.

No faltaron los talleres y las exposiciones, o puestos como el de las labores mexicanas, sus vivos colores y su especial hijo, cuya livianeza apenas permite notar el ovillo en la mano o bordados con cintas para formar un atrayente efecto relieve.

Calados, bordados, ajuares hechos a manos, máquinas domésticas con un abanico de bordados que ofrecer, plantillas de muñecas de madera, todo tipo de tijeras y creaciones hechas a mano convertidas en obras de arte esperan una nueva tanda de visitantes este domingo que promete otro soleado día.