La falta de agua, su alto coste y la competencia de Marruecos y del levante español están provocando la disminución de los cultivos de tomate de exportación en el Sureste. Se estima que la nueva zafra se inicia con una media de casi un 20% menos de plantaciones en la comarca. Las cooperativas Yeoward y Colican han disminuidos las hectáreas de tomateros y la de Counaga ha dejado de empaquetar por primera vez este año. Sin embargo, los agricultores incrementan las zonas de hortalizas con destino al mercado local.
El presidente de la cooperativa Colican, Antonio León, expresó ayer que los cultivos de tomate de exportación de su empresa se han reducido casi en un 30% "por la escasez y lo cara que está el agua, así como por la alta competencia entre productores de tomate de Marruecos y la Península en el mercado europeo". Tal cooperativa cuenta con solo 25 socios que cultivan 200 hectáreas de tomates y hortalizas, equivalentes a dos millones de metros cuadrados.
León se mostró convencido de que "si no se remedia la situación con más ayudas y con el abaratamiento del agua con la ampliación de la red de distribución, tanto los tomateros como las hortalizas seguirán desapareciendo". El presidente apuntó que la presa de La Sorrueda está seca, con lo que se dispone de menos agua. "No podemos seguir comprando agua desalada a los ayuntamientos a 25 euros la hora, ya que así nuestros cultivos no son rentables".
Pese a la disminución de los cultivos de exportación, el presidente de Colican señaló que las hortalizas para el mercado local se han incrementado. Aunque cultivan una treintena de productos distintos, destacan los calabacines con cerca de cuatro millones de kilos.
Asimismo, la cooperativa Yeoward, presidida por Francisco López, dedica 40 hectáreas a los tomates de exportación y 60 hectáreas a las hortalizas para el mercado interno. La ingeniera agraria Laura Betancor indicó que esta zafra tienen cuatro hectáreas menos de cultivo de tomates, que representan un 8% de la producción de la cooperativa. En estos momentos sus siete socios están haciendo labores de deshijado y de amarre de los tomateros. Seguirán plantando en los próximos días, previéndose que las exportaciones se inicien en noviembre.
Por su parte, el socio de la cooperativa Counaga Domingo Alvarado señaló que en esta zafra dejan "de exportar tomates, porque no producimos lo suficiente. Ahora solo nos dedicaremos a producir para el mercado local". Cultivan cerca de seis hectáreas. Alvarado considera también que "la escasez del agua y la falta de implicación del Cabildo, así como la alta competencia, no nos ayudan a seguir".
