El Altillo, en Moya, se despertó con más ritmo de lo habitual, por tierra y agua. Este barrio costero, acostumbrado a tener desde tiempos inmemoriales sobre sus aguas a los amantes del surf, amaneció con un brindis al deporte, para continuar en la noche con los conciertos de Red Beard, El Vega y Escuela de Calor, aunque entre tanto, hubo tiempo para saborear hasta miel floral salada y comprar aceitunas, pan o las creaciones de los artesanos. El motivo de tanto festín fue la celebración del IV Festival Costa Norte, que continúa durante todo el día de hoy domingo.

Mientras en el mar, se desarrollaba la competición de bodyboard, surf y longboard, a pie costa, y pese a que el tiempo estaba nublado, tocaba sudar un poco, y dar la talla en las diferentes modalidades deportivas, o degustar cualquier producto de la tierra.

María del Pino Pérez, abogada, y vecina de la capital grancanaria, es de la habituales a El Altillo porque su marido "es de los viejos surferos", y ayer aprovechó para participar en una de las clases de crossfit que impartió Tito Díaz en este barrio costero. "siempre me ha gustado el ambiente de esta costa, y hoy todavía más" comentó. A sus 53 años demostró estar muy en forma, de hecho confesó que practica de forma habitual spinning, y natación para quitarse el stress de toda la jornada laboral.

Hasta 30 kilos de peso levantaron, como si nada, Carla González, María Eugenia Suárez, Raquel Bañolas, y Tania Moreno, amigas de Guía, acudían por primera vez a este festival, y aprovecharon para dejar constancia de que el año que llevan haciendo crossfit no ha pasado en vano.

Pero, no todo fue deporte intenso y resistencia, puesto que hubo zumba para los menos constantes. En el caso de los que acudieron en familia, dejaron que los pequeños se entretuvieran con los talleres de manualidades, aprendieran a hacer pulseras y cometas, y disfrutaran de los castillos hinchables.

Más allá de este culto al cuerpo, también se celebró la Feria Artesana y Comercial, en la que productores de queso, aceituna, miel, o artesanos aprovechaban la convocatoria para vender. Entre ese medio centenar de puestos estaba Dácil Suárez, de Gáldar, con camisetas, faldas, bolsos, alpargatas personalizadas, y bisutería, que se promociona como 'La niña del mercadillo'. "El sábado es un día flojo por lamañana, la gente vendrá a la noche a los conciertos y mañana domingo será cuando haya más afluencia" destacó.

Y acertó. Varios cientos de personas se acercaron hasta este barrio costero anoche para disfrutar junto al mar de la música de las bandas canarias.

Hasta miel floral salada se podía desgustar en El Altillo. Iván Santana, apicultor y estudiante de Física,es el productor de este néctar originario de la costa de Telde, que apenas lleva unos tres meses comercializando. Lo que, según contó, empezó como un hobby, se ha convertido en todo un reto, puesto que ha comenzado a realizar selecciones genéticas con las abejas para mejorar la raza de sus reinas. En esta tarea, contó que ha tenido mucho que ver Orosman Burgueño, que le ha contado los secretos de las abejas. Con todo, ha aprendido rápido porque ya también él ha impartido clases de apicultura.