"Ya nos hemos reunido con el alcalde y nos dijo que nos solucionarían los problemas, pero seguimos igual", señaló Juan José Batista. El alcalde, por su parte, aseguró a este diario que su intención es "hablar con los vecinos de todos los barrios y urbanizaciones, recoger sus demandas y luego estudiarlas para tratar de solucionarlas. Pero pido algo de tiempo. Acabamos de tomar posesión y en medio ha estado el verano, donde mucha gente ha estado de vacaciones".
El concejal de Urbanismo, Eduardo Martín, precisa que el grupo de gobierno se está reuniendo con todos los barrios para recoger las demandas de los vecinos y, tras estudiarlas, "buscar la financiación adecuada e incorporarlas al Plan Estratégico Municipal, que tendrá una ficha financiera y contará con la colaboración de otras instituciones, como el Cabildo, el Gobierno de Canarias y la Unión Europea".
Sin quitar la razón a los vecinos, Martín señaló que el compromiso del alcalde con ellos no consistía en resolver inmediatamente los problemas, sino en estudiarlos "para poder planificar mejor las demandas de la gente de todos los barrios porque hay quejar que son comunes. Nosotros no podemos mover una máquina que cuesta 6.000 euros para un solo barrio o urbanización. Estamos obligados a minimizar los costes colectivos".
Los vecinos señalan que el firme de la carretera está levantado y con baches por falta de mantenimiento y que las aceras están agrietadas y levantadas "con peligro de caídas. Los alcorques de madera están rotos o desplazados, por lo que los árboles están secos. Las farolas de la parte trasera de la urbanización están sin servicio de luz eléctrica desde diciembre del año pasado".
Según Batista, la policía local "no vigila ni controla nuestra urbanización, lo que deriva en una inseguridad manifiesta y anarquía en la disciplina urbanística. Por la noche aparcan coches que no son de aquí y algunos los dejan abandonados durante días o meses. Hemos llamado en varias ocasiones a la policía pero no ha venido". El edil reconoce que hay pocos agentes municipales "porque además hay algunos de baja y hacen lo que pueden". También denuncian excesos de velocidad, por lo que piden que se coloquen 'guardias muertos'.Los demandantes exigen que "nos bajen la cuantía del IBI, como ya lo han hecho otros ayuntamientos de Gran Canaria, y no subirlos progresivamente, como aquí se hace. Nos cobran mucho y luego no nos dan servicios básicos. Aquí hay quien paga 1.300 euros, e incluso algunos llega a 2.000". Martín reconoce que la contribución urbana es alta "y haremos lo posible por racionalizarla".
Los vecinos han denunciado el robo de cinco farolas de alumbrado público de hierro forjado "que estaban atornilladas al muro que linda con el camino al Garoé. El concejal de Alumbrado anterior nos dijo que además habían robado todo el hilo de cobre que daba electricidad a toda la línea de alumbrado y que ese era el motivo de que estuviésemos sin luz desde principios de diciembre pasado". También quieren que se rehabilite un sendero rural que ya existía .
El concejal Martín asegura que hay dos problemas que se repiten en todos los barrios: la iluminación y las ratas. "Vamos a hacer una auditoría en todo el municipio porque no queremos apagar fuegos por separado ni hacer política de parcheo en cuanto al alumbrado público. Lo mismo en el tema de las ratas. El gobierno anterior se limitaba a echarles veneno, pero eso las inmunizaba y fortalecía. Hemos llegado a un acuerdo con el Colegio de veterinarios para hacer un plan general de desratización".
"Seguimos a oscuras y al inicio del camino que linda con un gran desnivel hay un muro derrumbado que pone en peligro la circulación de peatones, sobre todo para los niños que están en el colegio Garoé. Estamos aislados peatonalmente por culpa de la desidia del ayuntamiento. La falta de presencia policial se traduce en inseguridad. Estamos abandonados a nuestra suerte", concluye Batista.
