Cuatrocientos usuarios y cien profesionales de los 18 centros sociosanitarios de Gran Canaria participaron en la fiesta del Día Internacional de las Personas Mayores en la plaza de La Candelaria, organizada por el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IAS) en colaboración con el Ayuntamiento de Ingenio.
Paralelamente, otros quinientos mayores de los centros de día de Santa Lucía y escolares de Vecindario realizaron un intercambio intergeneracional, donde pequeños y ancianos disfrutaron de la música de los mayores santaluceños y de las décimas de Yeray Rodríguez.
La jornada festiva insular contó con la lectura de relatos del libro El Olor del Gofio por residentes del centro de Arucas, música a cargo de Juan Carlos Bueno, baile, diversos talleres (de terapias e intervenciones asistidas con perros, de radio, de bingo y risoterapia) y almuerzo en la plaza de Ingenio, que se libró de los habituales vientos.
La consejera de Política Social y Accesibilidadia, Elena Máñez, felicitó a los mayores por "todo el trabajo que han realizado a lo largo de su vida. Les debemos mucho y ahora les toca disfrutar". También lanzó "un mensaje a la sociedad: que la vejez no es una enfermedad sino una oportunidad y ustedes, estando aquí hoy, lo demuestran". El alcalde, Juan Díaz, tras darles la bienvenida, les animó a sentirse en casa, a disfrutar, a saborear, y a compartir todas esas experiencias "que acumulan nuestros sabios y que deben transmitir a los demás".
Por su parte, el encuentro del Teatro Víctor Jara, animado por la parranda de Vecindario y por Yeray Rodríguez, fue según Rita Navarro "muy emotivo, nos hizo llorar tanto la carta de los pequeños a los ancianos como el poema de Margarita Castro: "Como todos los años/ homenajeamos a los mayores./ Hoy lo vamos a celebrar/ con todos los honores./ Ellos se merecen/ muchas atenciones./ Siempre lo han dado todo/ sin poner condiciones. Nos dan buenos consejos,/ nos transmiten sabiduría./ Colaboran con los nietos/ con ternura y valentía.
"Son fuentes de gran experiencia/ obtenidas de la vida./ Debemos aprender de ellos/ con atención desmedida./ Requieren mucho respeto/ cariño y comprensión,/ aunque a veces se equivoquen/ aceptarlo con amor./ Dispuestos siempre a ayudar/ sin recibir nada a cambio./ Se quitan de la boca el pan/ por los que mal lo están pasando.
"Quieren sentirse últiles./ Nunca deben estar solos/ tristes y abandonados/ en el calor de sus casa/ y con su familia arropados./ Demandan mucho amor/ no frío ni indiferencia./ A nuestras instituciones/ que esto lo tengan en cuenta".
