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Doce colectivos de Teror reclaman que se reabra el enlace de Piletas

Una plataforma y el Ayuntamiento exigen el inicio de las obras en esta carretera de la capital, pero de uso obligado para sus vecinos

Doce colectivos de Teror reclaman que se reabra el enlace de Piletas

Teror se harta. Doce asociaciones vecinales del municipio se han agrupado en una plataforma de la mano de su Ayuntamiento para exigir al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Gran Canarias que dejen de lado sus discrepancias, y acometan cuanto antes las obras de rehabilitación del vial de Piletas (entre las rotondas de San Lorenzo y Piletas, en Tamaraceite), que sirve de entrada al municipio desde Las Palmas de Gran Canaria, y cuyo coste se estima en unos 600.000 euros. El tramo está cerrado desde hace casi un año por la aparición de grietas en el asfalto, convirtiendo la carretera en un tapón para los 20.000 automovilistas que suben y baja a diario desde la Villa, acentuado en las horas punta por la presencia de dos colegios (Claret y Ciudad del Campo), y los distintos barrios limítrofes de la capital, que coinciden en una glorieta.

"El pueblo de Teror está indignado". La alcaldesa, Isabel Guerra, se ha hecho eco del sentir de sus vecinos, que se reunieron este miércoles para estudiar posibles medidas reivindicativas. Las 12 asociaciones agrupadas en una plataforma se han marcado un plan de acción, que incluye la recogida de firmas, la organización de una convocatoria pública para dar a conocer a través de los medios de comunicación su postura, además de otras acciones que irán definiendo. La próxima semana tienen previsto presentar la plataforma, para crear un frente común.

Los vecinos recuerdan que este vial de acceso por Piletas (junto a la circunvalación GC-3) lleva cerrado desde noviembre del pasado año, cuando la Policía Local tuvo que cerrarla por la aparición de grandes grietas en el asfalto, que ponían en riesgo el paso de los vehículos.

Isabel Guerra asegura que mientras el Gobierno de Canarias y el Cabildo se echan la pelota de quién tiene que asumir esta obra, miles de automovilistas se ven atrapados cada día en la única vía alternativa, sobre todo en horas punta. No hay que olvidar que en la salida de Tamaraceite se concentra en la misma zona el colegio Claret y el Colegio de Ciudad del Campo, además de ser la rotonda una vía de conexión para distintos barrios de la capital grancanaria.

"Ambas Administraciones se echan la culpa, pero lo que importa es que se haga y luego que sean los servicios jurídicos quien resuelva si es un problema original de la obra, o se trata de trabajos de mantenimiento", según la alcaldesa, ya que sea una u otra situación la factura pasará a manos distintas.

El coste de la actuación alcanza los 600.000 euros, ya que es un problema de envergadura, porque se está hundiendo la base y han surgido grandes grietas como consecuencia de las lluvias.

Teror calcula que cada día unos 20.000 vehículos usan la carretera entre Las Palmas de Gran Canaria y Teror, entre ellos muchos camiones pesados de las distintas industrias con sede en la Villa. Pero, además, el cierre del tramo entre las rotondas de San Lorenzo y Piletas afecta a los residentes de otras urbanizaciones y barrios colindantes de Las Palmas de Gran Canaria, que deben usar la única opción posible de paso junto a los colegios, además de la comunidad educativo de estos centros.

El consejero de Obras Públicas del Cabildo, Ángel Víctor Torres, manifestó a finales de agosto su intención de acometer como una obra de emergencia esta obra, pese a carecer de recursos económicos, tras reunirse con su homóloga del Gobierno, Ornella Chacón. Los trabajos durarán tres meses.

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