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La alcaldesa de Teror encabeza una protesta por el cierre del nudo de Piletas

La nueva plataforma vecinal, política y empresarial se concentra en el tramo de la capital cerrado por grietas

La alcaldesa de Teror encabeza una protesta por el cierre del nudo de Piletas

Más de un kilómetro y medio de colas diarias en las horas punta, y hasta una hora y media para llegar a Las Palmas de Gran Canaria. La plataforma de afectados de Teror y Tamaraceite por el cierre desde hace un año del enlace entre las glorietas de Piletas y San Lorenzo con la GC-21 inició ayer una campaña de protestas para exigir la reapertura del vial, que está pendiente de una inversión de 600.000 euros.

Casi medio centenar de personas de distintos colectivos sociales y empresariales, y representantes políticos, entre ellos la alcaldesa de Teror, la exsocialista isabel Guerra, emprendieron ayer sus movilizaciones dentro del tramo cerrado de Piletas, con la finalidad de instar al Gobierno de Canarias y el Cabildo de Gran Canaria a que "a la mayor brevedad posible procedan a la declaración de emergencia de la obra, dado que el inicio de la cuarta fase de la circunvalación agrava la situación, haciéndola insostenible".

El portavoz de la plataforma y presidente de la Asociación de Vecinos Faycanes de Miraflor, Rigoberto Perera, advirtió tras su alocución que las protestas continuarán en distintos frentes hasta lograr su objetivo, ya que la demanda "es de máxima urgencia, porque ha empeorado con el inicio de las obras de la cuarta fase". Perera insistió en que los vecinos de Teror, y municipios limítrofes como Valleseco, tienen que sufrir retenciones kilométricas por el tapón que se produce en la entrada a la capital por Tamaraceite. "Esto es ridículo en los tiempos que vivimos". Y, aunque el Gobierno y el Cabildo, reunidos el miércoles, confían en iniciar en poco tiempo la rehabilitación para eliminar el problema de la estructura y las grietas aparecidas el año pasado y que obligaron a su cierre, recalcó que sólo se fía de los hechos, y no de las palabras. Sobre todo, añadió, cuando llevan tanto tiempo esperando la reapertura. El portavoz expuso que los vecinos pierden una hora y media en un recorrido que se cubre desde el casco en 25 minutos. "Hay mucha gente indignada", sentenció.

El presidente de los empresarios de Teror, Pedro Campos, recalcó que unos 400 autónomos sufren "desde el alba hasta la noche" los parones en el cruce de Piletas, en las inmediaciones de los colegios Claret y Ciudad del Campo. Y sus adjetivos iban desde "insostenible", hasta "inaguantable", que se suma a su queja porque el tiempo que pierden por la falta de este vial les resta tiempo para estar con sus familias, además del coste económico y la fuga de clientes que eso supone. Y reivindicó el carácter de urgencia para su ejecución. "Tenemos una carretera del silo XIX para coches del siglo XXI". E insistió en el dato de que las colas llegan hasta el barrio de El Toscón Alto, que está a 1,6 kilómetros de la rotonda de Piletas, y que en la zona baja llegan en ocasiones hasta la Circunvalación (a la altura del nuevo Leroy Merlín).

Kilómetro y medio parados

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos Piletas, Yeray Castellano, señaló que este es un problema que sufren también muchos barrios del entorno, como Las Mesas y El Toscón, en la capital. Y lamentó que las obras de la cuarta fase coincidan con este problema.

En esta línea, la alcaldesa de Teror, anunció que anoche se iba a aprobar una moción institucional en el Pleno en el que todos los grupos políticos mostrarán su unánime protesta. Y señaló que la obra era prioritaria, y lamentó que nadie se haya puesto en contacto con el Ayuntamiento para informarles de la obra y cuándo se podrá comenzar, pese a las reuniones de las últimas horas del Gobierno y el Cabildo para buscar una salida.

"El problema es que no ha habido voluntad hasta ahora". Y calificó de "grave error" que se hiciera al mismo tiempo la conexión con la cuarta fase, que acentúa el problema en un mismo punto. Isabel Guerra apuntó que "los daños son incalculables", y que esta situación "no tenía que haberse dado", porque genera un caos que afecta a colegios, universitarios, empresarios y a otros muchos vecinos de un pueblo con 13.000 vecinos. "Es una falta de respeto para los vecinos de Teror y de Piletas", dijo entre casi medio centenar de dirigentes sociales. Guerra señaló que este caos en el tráfico genera un fuerte perjuicio económico a un pueblo que trata de reactivar su economía. Por eso exigió que se decrete la vía de urgencia para la obra.

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