La Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias confía en reabrir durante las Navidades el tramo de carretera entre las glorietas de Piletas y San Lorenzo, que sirve de conexión con la carretera de Teror (GC-21), y que llevo cerrado al tráfico desde hace casi un año por la aparición de profundas grietas.

El Ejecutivo regional encuentra de la mano del Cabildo de Gran Canaria, como responsable de su mantenimiento, una fórmula legal para adjudicar directamente y por la vía de urgencia una actuación cuyo coste alcanza los 600.000 euros.

El Gobierno de Canarias está pendiente de un único informe que avale el procedimiento para contratar directamente a una constructora esta obra tan costosa. Precisamente, este ha sido uno de los escollos que han tenido que sortear la Administración, ya que el montante tan elevado de la actuación dificulta cualquier adjudicación directa y sin concurso público. Una vez que tiene en sus manos el informe técnico, deberá contar con otro complementario jurídico que le permita seguir esta vía. En casco contrario, los plazos se alargarían entre un año y año y medio.