El Cabildo de Gran Canaria ha vuelto a cerrar la carretera de La Aldea al tráfico de guaguas, motos, bicicletas y peatones por el riesgo de desprendimientos en las zonas de Risco Faneque y el Andén Verde. Al igual que ocurrió entre los meses de enero y mayo de este año, el consejero insular de Obras Públicas, Ángel Víctor Torres, ordenó las restricciones a este tipo de vehículos tras recibir un informe técnico y jurídico del departamento de Carreteras en el que se advierte de las responsabilidades en que incurriría el Cabildo en caso de accidente. El pasado domingo, una mujer resultó herida en Faneque al ser alcanzado por una piedra el vehículo en el que viajaba.

Torres anunció el cierre durante la tarde de ayer, horas después de que se colocaran las señales de prohibición en varias partes de la vía. En una nota del Cabildo, el consejero explicó que los informes de los técnicos "revelan la existencia de una situación de riesgo que afecta de manera especial a los usuarios que no disponen de ningún tipo de protección frente a posibles desprendimientos".

Torres precisó que esta restricción se mantendrá hasta que nuevos informes técnicos de su Consejería permitan la reapertura y eludió poner una fecha porque eso va a depender de las condiciones meteorológicas en los próximos meses. Por tanto, no se descarta que es limitación se prolongue durante todo el invierno si se producen lluvias y desprendimientos.

Al igual que en los primeros meses de este año, la prohibición afecta a motoristas, ciclistas, peatones y vehículos de transporte colectivo de hasta ocho metros de longitud. La carretera GC-200 se cierra a esos vehículos entre Agaete y la Playa de La Aldea, lo que vuelve a dejar aislados a los vecinos del barrio de El Risco, que ya mostraron su enérgica protesta durante el anterior corte a la circulación. Algunos de ellos se quejaron de que, si respetan las señales de prohibición, ni siquiera podrían llegar caminando hasta sus viviendas o ir a comprar a las tiendas.

Los ayuntamientos de La Aldea y Agaete, así como los empresarios agrícolas y turísticos, también cuestionaron la medida por las consecuencias económicas y sociales para ambos municipios.

Aparte de los motoristas de El Risco, que no tienen otra vía alternativa para salir desde esa localidad, los más afectados son los restaurantes y bares de la Playa de La Aldea, que en buena parte subsisten de los motoristas y ciclistas de los fines de semana.

Incomunicados

La restricción afecta a las guaguas de más de ocho metros, lo que obliga a las empresas turísticas del Sur a utilizar furgonetas de menos plazas en las excursiones de la vuelta a la Isla. El servicio regular de guaguas de la compañía Global también tiene que recurrir a vehículos de menor tamaño y comodidad para realizar el servicio.

Ayer mismo, antes de que el Cabildo anunciara el cierre de forma oficial, el Foro Roque Aldeano criticó que la clausura de la vía se realizara sin comunicación previa a los usuarios. Este colectivo, si bien respeta la decisión de la administración insular, manifiesta que "la única solución definitiva para el riesgo de desprendimientos, centrados últimamente en la zona de Faneque, pasa por acabar la nueva carretera en su totalidad".

Roque Aldeano viene demandando del Gobierno de España, el Gobierno de Canarias y el Cabildo el inicio de las obras de la segunda fase de la carretera entre El Risco y Agaete, que ya cuenta con proyecto y en el que se incluye un túnel que atravesará el peligroso macizo de Faneque. En un comunicado, la asociación recordó "los importantes desprendimientos que tuvieron lugar el invierno pasado en Faneque y que han vuelto a repetirse el pasado domingo, cuando apenas cayeron tres gotas".

"Salvaron la vida de puro milagro los cuatro ocupantes de un furgón que transitaba por el lugar. La sabia y prudente Naturaleza ha vuelto a avisar de nuevo, intentando despertar la conciencia de los responsables políticos respecto a una vía que, iniciada hace seis años, llevaba más de tres años paralizada a pesar de la manifiesta prioridad reconocida, incluso por todas las fuerzas políticas con representación en el Parlamento de Canarias", apuntó el Foro.

El colectivo también se refirió al grave perjuicio que supone para el sector servicios, sobre todo de bares, restaurantes y hoteles. "Los casi cinco meses que estuvo en vigor la precipitada limitación del tráfico, fue notable la reducción de visitantes, con importantes consecuencias económicas para el municipio", resaltó. Para aminorar los efectos de los desprendimientos, el Foro solicitó al Cabildo que apresurara el concurso de adjudicación de medidas de seguridad frente a desprendimientos, semejantes a las instaladas en el Andén Verde. La institución insular incluso ya había redactado el proyecto, pero "ahora ninguna administración se quiere hacer cargo de las obras, presupuestadas inicialmente en unos 10 millones de euros".