Un ejemplar adulto de aguililla (Buteo buteo insularis) abatido por un tiro de escopeta en el barranco de Moya fue encontrado por un grupo de personas que disfrutaban del día en la cercana área recreativa del cauce.
El ave, tras permanecer una noche en las dependencias de la Policía Local de la villa, fue operada con éxito ayer a primera hora de la mañana en las dependencias del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre que gestiona el Cabildo de Gran Canaria en Tafira.
Según uno de los testigos del hallazgo, el ejemplar se encontraba con lo que en principio le parecían síntomas de sufrir un fuerte "envenenamiento".
El grupo, según afirma, intentó sin éxito ponerse en contacto para su recogida con el centro de recuperación. Al no lograrlo decidieron confiar a la Policía Local de Moya la custodia del animal.
Pascual Calabuig es veterinario y técnico del Cabildo responsable de las citadas instalaciones de Tafira. Según explica el centro cuenta con un dispositivo activo de recogida que funciona todos los días de la semana menos las tardes de los festivos, que fue justo el momento en el que se halló la aguililla, si bien coincide en que "lo ideal sería tenerlo disponible las 24 horas", algo que de momento es imposible por contar con solo un veterinario y cuatro personas.
En estos casos recomienda llamar al 112 para notificar la incidencia y conservar el ejemplar en una caja para ser atendido a primera hora de la jornada siguiente, tal como ocurrió con este último individuo en el que además, según afirma, "recibió unos excelentes cuidados tanto por parte de los que lo encontraron como por la Policía Local de Moya".
Los daños en el animal se centraban en una de sus alas, que resultó rota tras un disparo de escopeta del que recibió tres perdigones. Dos pudieron ser extraídos pero uno quedará en su cuerpo, dada la profundidad que presentaba. En cualquier caso, "desde que se despertó ya está comiendo", añade el veterinario, quien augura que se recuperará al cien por cien tras un periodo de convalecencia de un mes y medio.
El propio Calabuig asegura que no se trata de un desconocido, sino de un habitual, junto con su pareja, de los cielos de la Cuesta de Silva, donde será devuelto al final del tratamiento, y califica de "auténtica barbaridad" el dispararle a uno de estas aves claramente distinguible por su porte y forma de otras especies cinegéticas. Buteo buteo está declarada de interés especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, con lo que su caza o captura pueden acarrear fuertes sanciones.
La caza furtiva es uno de los peores enemigos de la población de aves en las Islas. Los mismos expertos recuerdan la reciente entrada de otro Buteo buteo de Fuerteventura también con dos disparos en el ala y que había sido ya previamente atendido por una pata rota por los mismos hechos seis años antes, de ahí que muestre su preocupación porque al ejemplar de Moya, como a tantos otros en la Isla, le pueda ocurrir lo mismo.
Y es que cada año entran en el centro de Recuperación de Fauna Silvestre una media de 1.600 animales, de los cuales 30 son aguilillas, en parte heridas por choques, pero en un gran número por envenenamientos "o por tiros", según detalla Calabuig.
