El municipio de San Bartolomé de Tirajana amaneció ayer inundado por la fuerte tromba de agua que cayó de madrugada. Los 56 litros de agua por metro cuadrado que roció el Sur, el máximo nivel de precipitaciones registrado en todo el Archipiélago, provocó el desbordamiento de arquetas tanto en la zona turística como en barrios, como El Tablero. Las autoridades decretaron el cierre del centro de salud de Maspalomas, anegado por completo en su primera planta, y la escalera del acceso principal a Playa del Inglés por el caudal de agua que cubrió el centro comercial Anexo Dos hasta su desembocadura en el mar.

Tarajalillo ha sido este año la primera zona del Sur en sentir la llegada del otoño. Entre las 4.00 y las 7.00 horas cayó un aguacero que provocó casi una decenas de incidentes leves derivados del reventón de alcantarillas en zonas con gran afluencia de vehículos, como en el túnel de la Viuda de Franco de San Fernando o la Avenida de Colón en Meloneras. El tráfico estuvo interrumpido en ambos enclaves durante casi hora y media, según señaló el jefe de bomberos del consistorio sureño.

Barro y agua

Las fuertes lluvias matinales dejaron también anegados los aparcamientos aledaños al parque temático de Holidaywold, en Campo Internacional, el cruce de vías cercano al supermercado Lidl, en Bellavista, la rotonda de El Pajar y la Avenida de Alféreces Provisionales de Playa del Inglés. Las labores de limpieza del dispositivo de Vías y Obras del Ayuntamiento consiguieron restaurar la normalidad en dichas zonas desde primera hora de la mañana.

Sin embargo, el desbordamiento de una arqueta situada justo debajo de la zona de Urgencias del centro de salud de Maspalomas inundó por completo la primera planta del edificio. Las autoridades sanitarias, por razones de seguridad, cerraron las puertas al público desde las 8.00 hasta las 17.00 horas, tras varios intentos frustrados de reparación de la avería. Según el director del establecimiento, Carlos Ramírez, la inundación tuvo un impacto mínimo en el mobiliario del edificio y, "por suerte", no se tuvo que evacuar a ningún paciente. "Las consultas que fueron aplazadas durante la jornada serán atendidas el lunes y las personas que durante este período del día requirieron atención sanitaria fueron desviadas a los centros de Arguineguín y Doctoral, que son los más cercanos", señaló.

Justo al mediodía, la borrasca dejó su segunda huella en las calles de la zona turística del municipio. Una riada de barro mezclada con restos de residuos corrió avenida abajo hasta llegar al centro comercial Anexo Dos de Playa del Inglés. Allí los comerciantes combatieron los charcos en las terrazas a golpe de cepillo. "Siempre pasa lo mismo. Caen dos gotas y se inunda todo. Esperemos que el local se colme a lo largo del día también de clientes y no solo de agua", espetó Mariola Gutiérrez, empleada del restaurante La Casita Canaria. Al m enos este establecimiento corrió con más suerte que sus negocios vecinos, quienes se vieron obligados a echar el cerrojo ayer tras sufrir un corte de luz motivado por la lluvia.

Con un sonido estridente de fondo, parecido a una traca de voladores, los bañistas salían de la playa despavoridos por el chaparrón. Algunos se cobijaron entre los toldos del paseo marítimo y otros, con gran curiosidad, seguían a corta distancia las labores de precinto de los efectivos de Cruz Roja en la escalera de acceso a la playa. Ante la avalancha de agua que colapsó el entramado de tuberías subterráneo de la zona, llevándose a su paso grandes contingencias de arena hasta la orilla, los efectivos clausuraron como medida preventiva el acceso costero. La bandera roja, en la punta de Maspalomas, y la amarilla en Playa del Inglés ondeó en la cala hasta bien entrada la tarde.