El crucero Mein Schiff 4, con unos 2.600 pasajeros a bordo, no pudo atracar el pasado viernes en el muelle de Los Mármoles, en Arrecife, debido a que el fuerte viento y el oleaje impidieron maniobrar al buque de forma segura en su primera visita a Lanzarote.

El barco, según el presidente de la Cámara de Comercio de Lanzarote, José Torres, intentó el atraque en varias ocasiones, pero la falta de protección del puerto a los temporales del sur obligó a descartar la arribada al muelle. "Después de estar esperando varias horas por fuera del puerto, finalmente emprendió rumbo a Las Palmas, donde llegó sobre las 2.30 horas de la madrugada, con frustración para los pasajeros y con importantes repercusiones económicas negativas para la Isla", indicó Torres.