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Teror

El primer Rocío de 'Romano'

El espectáculo de doma y exhibición de caballos y los bailes flamencos centran la actividad de Teror

Arriba, una de las calesas a su paso por la Plaza del Pino. Debajo, Aridane Alonso a lomos del caballo 'Catador' baila la sevillana rociera 'Tiempo detente' junto a Natalia Santana.

Teror parecía ayer una pequeña Andalucía. Palmas y calesas no faltaron en una jornada protagonizada por Romano, un potro de diez días que vivió junto a su madre su primer Rocío. Cuando en la Plaza del Pino comenzaron a sonar los primeros compases de Corta el aire un abanico, el pequeño animal no reprimió sus ganas de saltar a escena. La pieza flamenca, enmarcada en el programa de actos de la semana andaluza del municipio, fue ejecutada por la bailadora Alexandra Pérez, la yegua Sevillana y el jinete Francisco Estupiñán. Comenzaron solos a bailar hasta que de pronto se integró Romano. Se intentó retener al potro para que no interfiriera en el baile, pero fue imposible. Mediante coces y brincos el pequeño reclamaba estar junto a su madre y lo consiguió, una circunstancia que levantó una oleada de aplausos entre el público congregado en la villa mariana. "¡Mira mamá, el potro también sabe bailar!", gritaba emocionada Sara Macías, una niña de siete años que ayer confesó a su madre, Dolores García, lo que quería para su próximo cumpleaños: "Me acaba de pedir un caballo. Lleva toda la mañana diciéndome que quiere aprender a montar y a bailar sevillanas como ellos".

El propietario de los dos ejemplares que abarcaron el centro de atención, Orlando Lozano, comentó entre risas que desde que nació no se ha separado "ni un instante" de su progenitora, una pura raza española de capa negra. "Donde va ella va el potrillo y cuando quiere mamar lo hace, esté donde esté", añadió. De hecho, minutos antes de que la yegua comenzara su exhibición de doma en los terrenos anexos a las oficinas municipales del Ayuntamiento, el pequeño repuso fuerzas en la zona de calentamiento mientras era fotografiado por numerosos curiosos. En este escenario también debutó el potro mientras Sevillana deleitaba al público en la modalidad de riendas largas. Estupiñán, que salió también con ella, guió a la yegua durante todo el número desde la arena y Romano, que no quiso quedarse atrás, dio sus primeros pasos en público.

Con saltos y relinchos saltó a la pista disparado. Fátima Martel, una de las asistentes al evento, no perdió detalle de cada movimiento del potro: "Es una hermosura, tan pequeño y tan lleno de vida". Y es que su energía y viveza la demostró sobre el terreno. Mientras el jinete demostró plena compenetración con la yegua, Romano no se quedaba atrás en los trotes largos o piaffes, aires elevados, redondos y suspendidos. Siempre a la vera de su madre, se llevó todos los aplausos y caricias.

"Una jornada a la andaluza"

Teror se convirtió ayer en punto de encuentro para los amantes del mundo ecuestre. A las doce y media de la mañana dio comienzo una auténtica exhibición en el solar situado junto al consistorio y la estación de guaguas. Los espectadores pudieron contemplar las modalidades de doma vaquera, alta escuela, clásica, amazona, riendas largas y carrusel. Destacó la participación de Aridane Alonso, jinete satauteño que ha sido siete veces campeón de Canarias en doma vaquera y tres veces finalista en campeonatos de España. Vestido de corto andaluz salió al terreno a lomos de Duque Kat, un caballo anglohispano de siete años de capa castaña.

La participación de Indira Ramírez y Gara Suárez, subidas en Capricho y Oton fue definida como "llamativa" por parte del público. Ellas se encargaron de mostrar en pista dos de los tres estilos de monta a la amazona más vistos en el país: a la inglesa y a la goyesca.

"Me encantan estos espectáculos y siempre los sigo", subrayaba emocionada la terorenses Teresa Ojeda. A su juicio, este tipo de actos "siempre vienen bien" para que el pueblo "no esté muerto". La alcaldesa de la villa, Isabel Guerra, declaró, por su parte, que esta feria busca desarrollar la zona comercial y actuar como un revulsivo económico, ya que la oferta de ocio se amplía. Una "grata sorpresa" se llevó Raúl González, vecino de Las Palmas de Gran Canaria, cuando llegó a la villa con sus dos hijos. "Desconocíamos que estuviese todo esto aquí y nos ha gustado mucho", señaló, al igual que Ismael López, quien no esperaba pasar "una jornada a la andaluza".

Los paseos en calesa también gozaron de gran éxito. La afluencia de público fue tal que los tres carruajes apostados en la Plaza del Pino se hicieron pocos. La enorme cola provocó que tuviese que cambiarse el recorrido, inicialmente trazado por diferentes calles del casco histórico para quedar reducido a una rápida vuelta en torno a la basílica.

Los bailes flamencos con caballos constituyeron la guinda final de la mañana de ayer. Así, los bailarines Natalia Santana y Javier del Real, armado con una capa española, embrujaron con su arte al caballo Catador. Éste no perdió compás en ningún momento de un pequeño extracto del espectáculo Pura Sangre, creado hace cuatro años y estrenado en Pino Santo. A su término, algunas voces no contuvieron la emoción y en Teror se pudo escuchar "olé, olé y olé".

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