El estado en que se encuentran los vecinos que habitan en las viviendas modulares de El Matorral es una de las preocupaciones del grupo de gobierno de San Bartolomé de Tirajana, que conjuntamente con el Ejecutivo autonómico estudia fórmulas para evitar un mayor deterioro social en la zona. Unas 47 familias fueron alojadas en el año 2001 en esas construcciones "con el compromiso de que sería para 3 años, y ahí siguen 14 años después", reitera la concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Yurena Tejera, que ayer visitó la zona junto a la edil de Vivienda, Saida Valido, y el director general del Instituto Canario de la Vivienda (Icavi), José Gregorio Pérez Medina.

El director del Icavi pudo comprobar como están las construcciones y las condiciones casi infrahumanas en las que discurre la vida de esas familias, en las que confluyen perfiles de varios tipos, desde enfermos dependientes hasta desempleados "con evidente riesgo de exclusión social", como aseguró la concejal Yurena Tejera.