Una buena parte de las precipitaciones que cayeron ayer sobre Gran Canaria alcanzaron la costa a través de decenas de barranqueras y dañaron las playas la capital y de Telde, incluso con restos contaminantes que las inutilizan para el baño durante este fin de semana. Las Canteras solo se vio afectada en sus dos extremos. En el Confital, el Ayuntamiento ha cerrado el acceso por carretera ante el riesgo de desprendimientos, mientras que el litoral del Atlante y del muro del Lloret ha quedado cubierto por una mancha marrón, que se difumina según avanza mar adentro.

Al otro lado de la ciudad, la peor parte se la llevaron las playas de La Laja y de San Cristóbal, donde las escorrentías penetraron en la arena y llegaron hasta el mar. También corrió el barranco de Guiniguada y dibujó un cerco frente al teatro Pérez Galdós, que la marea extendió después en dirección sur hasta llegar a San Cristóbal.

Todos los barrancos del municipio de Telde, desde Jinámar a Ojos de Garza, depositaron barro, piedras y desechos vegetales sobre la costa, lo que obligó al Ayuntamientos a cerrar hasta el próximo domingo las playas de Jinámar, Bocabarranco, La Garita, Hoya del Pozo, Playa del Hombre, Melenara, Salinetas y Ojos de Garza.

Medianías y Cumbre

Mientras en la capital y Telde el temporal dejó importantes destrozos, en las Medianías y Cumbre apenas se percibieron sus efectos. En Tejeda no llovió, tan solo cayó un leve rocío. Aunque el día estuvo nublado durante buena parte de la jornada, también salió el sol y apenas sopló viento. "Para que se dé cuenta del suave rocío que hubo, el piso que está debajo del árbol de la plaza del Ayuntamiento estaba seco, aunque las hojas estaban mojadas", señaló una vecina.

En Artenara, el otro municipio cumbrero, ocurrió tres cuartos de lo mismo. Algo de rocío y una leve llovizna pasajera. "Llovió muy poco, con una lluvia de corta duración". El día estuvo nublado, sin nubes negras que vaticinaran lluvias.

En Valleseco no cayó ni una gota de agua. "El miércoles hubo un ligero chipichipi durante media hora, pero ahora brilla el sol; ha sido un día más primaveral que otoñal". La gente que tiene casa en Valleseco llamó ayer al ayuntamiento para preguntar cuánto había llovido. "No se lo creían cuando les decíamos que no había caído ni una gota de agua", manifestó una funcionaria municipal.