El tiempo no avisa. Lo ha demostrado a lo largo de los últimos cinco días, cuando de forma imprevista ha dejado intensas lluvias que a su vez han provocado destrozos en Telde, Las Palmas de Gran Canaria, Moya, Guía y Gáldar. Pero los meteorólogos, que durante estos días han reconocido que algunos aguaceros le han cogido por sorpresa debido a la complejidad de la madre naturaleza, esperan que a partir de las seis de la tarde de hoy las precipitaciones comiencen a remitir. Será momento para evaluar los daños provocados por las precipitaciones. El Cabildo, que retiró esta misma madrugada la alerta máxima , se adelantó ayer a solicitar al Gobierno estatal que declare la Isla como zona catastrófica al comprobar los destrozos generados por una tromba de agua que superó los 100 litros por metro cuadrado el pasado viernes en el municipio de Telde. Esta medida se toma para recibir ayudas con el fin de hacer frente a los desperfectos, que, según el presidente del Cabildo, Antonio Morales, podrían ser "millonarios".

Durante la jornada del sábado, consejeros de la institución insular, como el responsable de Emergencias, Juan Manuel Brito, visitaron el litoral del este de la Isla junto a la alcaldesa teldense, Carmen Hernández, para comprobar in situ los estragos de la lluvia, que han dejado solo en instalaciones insulares de depuración y desalación un perjuicio valorado en 800.000 euros, según el Consejo Insular de Agua. Pero también se han producido desperfectos en infraestructuras viarias, socavones, desplomes de muro o corrimiento de tierras, especialmente en el citado municipio de la cornisa naciente de Gran Canaria, donde también se han visto perjudicados vecinos debido a las inundaciones producidas en viviendas, sótanos y garajes. Aunque la imagen más espectacular que dejó los primeros rayos de luz del sábado fueron los cinco vehículos arrastrados por la fuerza del mar en el barranco de Ojos de Garza.

A la tromba de agua de la tarde del pasado viernes le siguió una jornada sabatina relativamente tranquila en gran parte de la ínsula capitalina. La lluvia y la niebla hicieron acto de presencia durante gran parte del día en las zonas montañosas, aunque con una intensidad baja. Las amenazantes nubes, que coparon el cielo durante la segunda mitad del día, sólo descargaron con cierta fuerza en el Sur y Sureste para hacer correr los barrancos de Balos, que hace de frontera entre los municipios de Agüimes y Santa Lucía de Tirajana, o los de Ayagaures y Tirajana. Y es que en las proximidades del casco urbano de Tunte cayeron ayer hasta 55 litros por metro cuadrado, el más alto de todos los registrados por las estaciones meteorológicas que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene repartidas por todo el Archipiélago, seguido de Agüimes con 21,2 litros.

Estas precipitaciones, así como la situación de alerta que mantienen tanto la institución insular como el Gobierno de Canarias, provocaron la suspensión, entre otros actos, de la romería de San Rafael en Vecindario, que, si las condiciones meteorológicas lo permiten, se celebrará a la próxima semana. También se canceló el concierto de Nicky Jam en Infecar y la prueba de atletismo LPA Night Run, en la que 5.000 deportistas iban a correr por las calles de la capital grancanaria. La organización se reunirá mañana lunes para decidir si celebra la prueba a lo largo de los próximos fines de semana. Además, tanto el Teatro Pérez Galdós como el Auditorio Alfredo Kraus aplazaron los actos previstos para ayer y hoy.

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria también anunció la suspensión de los tres mercados municipales que se iban a celebrar hoy al aire libre: el de San Lorenzo, el mercadillo de Artesanía de Vegueta y el Rastro. Asimismo, advirtió de que los servicios de limpieza se ralentizarán en la recogida de basura debido al estado de la carretera de acceso al Complejo Medioambiental de Salto del Negro. Ello conllevará que los 32 vehículos del servicio de limpieza tengan que acudir hasta Juan Grande, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, para descargar los residuos. Aunque, según informó el Consistorio en un comunicado, se prevé que ya el lunes puedan acceder al vertedero capitalino.

En cuanto a la situación de los colegios, el CEIP Omayra Sánchez de Marzagán y el CEIP Europa de Jinámar permanecerán cerrados mañana. En el caso de este último, los alumnos serán trasladados provisionalmente al centro Néstor Álamo, situado en el mismo barrio, mientras se inspecciona la estructura del inmueble, que el pasado jueves quedó seriamente dañada por las inundaciones.

También en la localidad de Jinámar, una veintena de vecinos de la Urbanización Guaydil de Las Ramblas tuvieron que ser desalojados este sábado ante la posibilidad de derrumbe de una ladera próxima a las viviendas. Los afectados durmieron anoche en hoteles y hostales, donde pasarán al menos cuatro noches, según el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que se ha hecho cargo de los costes del alojamiento y manutención.

Las carreteras también han sufrido las inclemencias del tiempo. A última hora de ayer únicamente quedaban cortadas al tráfico la GC-200, entre Agaete y La Aldea, que lleva cerrada desde el viernes de la semana pasada tras un desprendimiento de piedras en Andén Verde, y la GC-550, en el tramo que comprende entre Temisas y Santa Lucía de Tirajana, a causa de un socavón ocurrido antes de ayer.

Entre tanta incidencia, la borrasca parece que abandonará las Islas durante la tarde de este domingo. La Aemet mantiene hasta las 18.00 horas el aviso amarillo -riesgo- por fuertes lluvias en toda Canarias excepto el sur de Tenerife. De cara a mañana, se prevé el regreso de los ya añorados vientos alisios, que dejarán nubosidad en la cara norte de las Islas con posibilidad de precipitaciones, aunque de menor intensidad a las ya históricas lluvias caída durante los últimos cinco días.