La celebración de la romería, la función religiosa y la procesión en honor a San Rafael en Vecindario, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, quedaron aplazadas y se trasladan al próximo fin de semana, al tiempo que también se suspendieron el resto de actividades culturales y deportivas en el citado término municipal.
El Ayuntamiento de la alcaldesa Dunia González tuvo buenos argumentos para tomar la decisión, pues la corporación se basó en la declaración de alerta lanzada parte del Plan Insular de Emergencias del Cabildo; la advertencia de fuertes precipitaciones previstas por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet); y los daños que provocaron las lluvias el pasado viernes en Telde, a sólo 14 kilómetros de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana.
Al hilo de estos datos, un fuerte aguacero recorrió y empapó en menos de una hora, pasadas las dos de la tarde de ayer, el pueblo de Santa Lucía, en Medianías, y la costa del municipio.
Este palo de agua provocó el levantamiento de tapas de algunas alcantarillas, pequeñas inundaciones y desprendimientos de piedras, y la invasión de tierra en carreteras, como sucedió en Hoya la Negra. El agua corrió en el barranco del Palo. "No lo veía desde hace cinco años. Eso es bueno", aseguró el vecino Miguelito Ramírez, que agregó: "es un barranco corto, que viene desde la montaña de los Picos".
La concejala de Seguridad, Nieves García Pinalla, destacó que "no hubo daños materiales importantes, ni personales, sólo pequeños incidentes. Para resolverlos está un importante retén del personal del servicio de Limpieza y de Alumbrado, además de la Policía Local y de Protección Civil, entre otros. Tomamos esta decisión porque no queríamos correr riesgos ante las fuertes lluvias".
El aplazamiento de la romería por San Rafael, cuya celebración estaba prevista ayer en Vecindario, perjudicó a romeros y a responsables de chiringuitos, entre otros.
Susana Santana, vecina de La Paterna, en Las Palmas de Gran Canaria, llegó a Vecindario vestida de romera y bien preparada, junto a su hijo Fernando [ciego y sordo], sin saber del aplazamiento. "Estoy triste por no haberlo sabido antes de llegar. Llevo 24 años viniendo a esta romería. De todos modos, aquí tenemos amigos".
Otros dos que son fieles a esta fiesta, como a otras muchas de la Isla, son Carmen Diepa y Antonio Benítez, vecinos de Sardina, en Gáldar. "Claro que estoy rascao porque venimos en balde. Habrá que volver a casa ahora y el próximo sábado a Vecindario. Siempre disfrutamos en las romería". Otra pareja, María Medina y José González, vecina de la capital grancanaria, también pretendía disfrutar de la romería. "Tenemos la ropa en el coche. Estamos rascados, pero sabemos que el aplazamiento fue por previsión".
