La capital tampoco salió indemne de las lluvias en esta ocasión. Barranqueras, barro, inundaciones y desprendimientos causaron estragos ayer en distintos puntos de la capital. Uno de los de mayor gravedad tuvo lugar en la esquina del Telepizza de la calle León y Castillo, cuando pasadas las dos de la tarde cayeron, desde lo alto del edificio, dos placas de hierro que cubrían la fachada. Afortunadamente, no causó daños personales de ningún tipo, aunque un ciclomotor de un particular que se encontraba en la calzada quedó destrozado, así como una valla de metal de la entrada a un garaje. "Nos hemos salvado de milagro, porque por aquí estamos todo el día entrando y saliendo del local", comenta un empleado del Telepizza.

Según fuentes de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria, no hay ningún indicio de que cualquier otra cosa que no sea el viento y la lluvia fuese causante de estos desprendimientos. El bloque se ha perimetrado por precaución para impedir que algún peatón circule a su alrededor, dado que en lo alto hay varias más de estas placas de adorno que no se han precipitado, aunque se evaluará su estado para determinar si existe riesgo de que puedan caer también.

En la calle Ana Benítez, en la zona de Miller Bajo, a causa de la lluvia se hundió el pavimento y se desprendió un muro que obligó a vallar la zona e impedir el paso de vehículos pesados -guaguas incluidas- por temor a que el sobrepeso pueda ocasionar mayores desperfectos, el mismo motivo por el cual se retiraron también varios contenedores de basura.

Orlando López, vecino que reside en esa misma calle, relata cómo se enteró del incidente: "Yo ya por la mañana vi el socavón bastante cedido, pero fue en el descanso del partido [el disputado ayer entre el Real Madrid y la Unión Deportiva Las Palmas] cuando salimos del bar [que se encuentra en la misma calle] y nos lo encontramos así". "Esto no ha sido causado solamente por las lluvias de hoy [por ayer], sino por todas las que hemos tenido últimamente. Como no tapen bien esta acera con algo se va a seguir metiendo el agua por las grietas y va a seguir cediendo", valora.

Una técnico municipal acudió ayer al lugar del suceso para evaluar los daños y hoy se tomarán medidas mientras continúa vallada la zona.

Igualmente se procedió al cierre de la calle Concejal García Feo hasta limpiarla de agua y barro, se cerró un carril del túnel de La Laja y el de la salida del Julio Luengo hacia Pío XII y varias alcantarillas de la ciudad se desbordaron, a destacar una a la altura del centro comercial Las Arenas.

La lluvia hizo también correr los barrancos, como el Guiniguada, y se filtró por donde pudo, en muchos casos hasta llegar a la costa, como ocurrió en Las Canteras en la zona de la Cícer, donde se produjeron escorrentías considerables, similares a las ocasionadas con la borrasca la semana pasada.