Al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le sorprendió ayer el aguacero. Venía a Gran Canaria con dos propósitos: visitar a las familias y compañeros de los tres militares fallecidos en el accidente del helicóptero del Ejército del Aire ocurrido hace hoy diez días, y comprobar con sus propios ojos los destrozos provocados por el temporal de la semana pasada en el municipio de Telde, y, en concreto, en La Garita. Sólo pudo cumplir su primer objetivo.

La visita programada a la playa de La Garita, dañada fuertemente por el temporal, se quedó tan solo en una improvisada comparecencia en las dependencias de la Policía Local del barrio teldense ante los medios de comunicación que habían convocado con el fin de inmortalizar el recorrido. Pero las lluvias y el viento azotaban la zona y el presidente optó por guarecerse.

Junto a la alcaldesa del municipio, Carmen Hernández, y el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, natural de Telde, el presidente prometió actuar con "la mayor celeridad posible" para hacer efectivas las ayudas aprobadas el pasado viernes en el Consejo de Ministros para paliar los daños provocados en las Islas por el reciente temporal de lluvias.

Rajoy reconoció los daños provocados tanto en bienes particulares como en infraestructuras públicas y aseguró que el Gobierno acometerá las obras que le corresponda, así como ayudará a los municipios conforme a lo que fija el real decreto ley, si bien aún está pendiente de cuantificarse su aplicación. El presidente recogió el "voluminoso informe", precisó, que le entregó la alcaldesa con el coste pormenorizado de los daños causados en el municipio e insistió en que el Gobierno intentará dar respuesta a los mismos lo más rápidamente posible.