La Carta Etnográfica del Cabildo de Gran Canaria, después de tres años sin actividad, ha vuelvo a proteger y conservar bienes patrimoniales por toda la Isla, explicaban ayer desde el departamento de Industria, Comercio y Artesanía del gobierno insular.

Siete estanques de finales del siglo XIX, localizados en Arucas, Firgas, Teror y Santa Brígida, y otros 32 bienes inmuebles de tipologías tan dispares como la hidráulica, el comercio o la religiosidad, escaparán del olvido gracias a su inclusión en la Carta Etnográfica del Cabildo de Gran Canaria, un instrumento de salvaguarda de bienes considerados fósiles culturales por su gran valor etnográfico.

"Es una apuesta firme por dar un fuerte impulso a este trabajo que hace la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac)", declaró la consejera de Industria, Comercio y Artesanía, Minerva Alonso, quien considera los hallazgos "testigos de un patrimonio cultural comparable con cualquier obra del mundo aborigen o del patrimonio artístico".

Las peculiaridades y la riqueza histórica de los 39 bienes inmuebles justifican su inclusión en la Carta Etnográfica, considerada el más importante registro de inmuebles de la Isla. Es el caso del club social de Arucas, fundado en los años sesenta, y del local que lo alberga, conocido durante la posguerra como "la gota de leche" por su labor contra la desnutrición infantil.

También el lavadero de Los Ríos en Telde, la galería de agua proyectada por el ingeniero Juan de León y Castillo en Bañaderos y el portón de vecinos en la calle Sagasta de Las Canteras poseen la suficiente entidad etnográfica e histórica como para formar parte de la Carta, que había estado paralizada durante los últimos tres años, según explicaron desde la Consejería de Industria. El patrimonio derivado de la gestión y tratamiento de las aguas ofrece la mayor parte de los bienes que están localizándose y conservando con especial cuidado, tanto desde los ayuntamientos como desde la entidad insular.

Del conjunto a inventariar hay otros 35 hallazgos ubicados en suelo urbano que son las fábricas de tabaco La Regenta, La Favorita y San José en Las Palmas de Gran Canaria, la fábrica de galletas Bandama en Arucas y las tiendas de aceite y vinagre de Don Cosme en el barrio capitalino de Guanarteme y Casa Teresita en el barranco de Las Madres, en Firgas. Tampoco falta la representación de cruces como las dos de madera de Santa María de Guía o la cruz enramada de San Bartolomé de Tirajana.

La catalogación de los 39 bienes inmuebles supone la reactivación de la Carta Etnográfica, inactiva desde el descubrimiento de dicho conjunto hace tres años, por estudiantes universitarios de Geografía e Historia en prácticas, en virtud de un acuerdo entre la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo.

El proceso de inventariado comienza con el trabajo previo de localización, para lo cual los investigadores se nutren de publicaciones especializadas, medios de comunicación, información oral y datos que puedan aportar las oficinas de patrimonio municipales.

La Carta Etnográfica, que la consejera se ha propuesto activar, posee actualmente 10.000 fichas sobre bienes que se pueden consultar a través de su portal en Internet y que además incluye mapas con imágenes de satélite y cartografía topográfica. Desde la consejería que dirige Minerva Alonso insistieron ayer en el impulso que se trata de dar a la conservación del patrimonio etnográfico de Gran Canaria en todas sus vertientes, en especial desde la investigación y la conservación.