Una docena de propietarios de viviendas situadas en la calle Acorán, en el barrio de Casablanca (Firgas) denuncia la peligrosidad de esta estrecha vía como consecuencia de desprendimientos en la base de piedras que sustenta el asfaltado, y exigen "su reparación o arreglo urgente" por el riesgo para personas, coches y viviendas.

Una valla municipal trata de evitar que vehículos y personas pasen muy cerca del lateral, pese a que existe en la zona una urbanización residencial. A sus pies hay un gran vacío de unos ocho metros de altura hasta el suelo, donde se depositan grandes piedras que se han caído, dejado inestable la calle.

Los vecinos ya presentaron un escrito en el Ayuntamiento de Firgas donde informan de la caída parcial del talud el 20 de septiembre, "quedando un hueco de dimensiones considerables, justo bajo la vía".

Los afectados de la calle Acorán insisten en que se trata de una vía de un único sentido, ya que tiene un ancho de 5,40 metros. Incluso, dicen en el escrito, que la vivienda anexa (número 44), "tiene parte del piso de la zona de garaje levantada y agrietada". Los firmantes señalan que tras comunicar lo sucedido, se colocó una valla, que todavía sigue. Pero temen que continúen los desprendimientos, e impidan "definitivamente" el tránsito por la calle, dejándoles sin salida. Y, sobre todo, que pueda ocasionar "una desgracia personal", ya que todos ellos se ven obligados a pasar muchas veces por el lugar cada día.

El alcalde, Manuel Báez, manifestó en el último pleno que había ya instado al propietario del solar anexo para su reposición, tras recabar un informe técnico. Pero sin poner fecha para su solución.

El grupo pide "su reparación o arreglo urgente", por motivos de seguridad. Además, insisten en que carece de un muro colindante.