Los Verdes de Gran Canaria tilda de "exterminio de nuestro patrimonio genético" la acción llevada a cabo por la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, en manos de Podemos, contra las cabras guadiles en las cumbres de Gran Canaria.

Según datos del Cabildo, al menos 70 ejemplares caprinos han sido abatidos por tiradores del Parque Nacional de Doñana70 ejemplares caprinos han sido abatidos por tiradores del Parque Nacional de Doñana en espacios naturales como Tamadaba, Guguy, Guayedra e Inagua. Esto supone, según el Partido Verde, que se "ha exterminado un tercio del censo estimado de ganado guanil de la Isla".

El portavoz del Partido Verde en Gran canaria, Francisco Ojeda, pone en entredicho el argumento de que es necesario matar a las cabras para proteger la flora autóctona y las repoblaciones. En esta línea, argumenta que existen medidas de protección para las repoblaciones, tales como las mallas metálicas galvanizadas. Se trata, añade, de "un cerramiento de mallas cinegéticas que se caracterizan por su bajo coste y alto rendimiento protector".

Recuerda Ojeda que "existen rebaños de cabras guaniles, cimarronas o salvajes en Guguy, Alto de los Molinos, Vigaroe, Garabateras, Tamadaba y Barranco del Toro" que califica de "espectáculo natural digno de ser visto, especialmente los grandes machos con enormes cornamentas".

Ya en 1920 el doctor Juan Bethencourt Alfonso alertó de las cacerías de cabras guaniles que se estaban realizando en las cumbres de Gran Canaria "que en las partes más fragosas y abruptas de la Isla existía la cabra guanil o salvaje; y que es tal la condición cerril y bravía de este animal, tiene tales instintos de indómita independencia, que muchas prefieren las inclementes soledades de los riscosos andenes, alturas y berrocales, antes que someterse a la dulzura de la domesticidad". En referencia a las tradicionales apañadas, Bethencourt Alfonso añade que "la nobleza llevaba a los corredores de su nación; hombres ágiles y de grandes alientos para la carrera; unos escoteros, es decir, sin impedimenta alguna que les embarazara en la carrera, y otros risqueros armados de lanza, con la que se precipitaban por riscos, andenes y peñascales tras de las cabras hasta cogerlas".

Según Francisco Ojeda, "lo que no se nos esconde es que con el exterminio, sin información pública oficial, ni un público y debatido estudio científico de impacto ambiental y de recurso genético, se abortan infinidad de posibilidades en investigación, abarcando mejoras en nuestro ganado caprino doméstico y en el papel de estos animales en las cumbres".

Añade el portavoz verde que "estas acciones contra las cabras asilvestradas contrastan con la decisión oficial sobre el estado actual y real de la invasión de la culebra de Guam y la serpiente californiana, los cangrejos de río y en libre venta de animales exóticos que sin control riguroso entran y campean por nuestra geografía".

Según Los Verdes "además de su papel como reserva genética las cabras asilvestradas son agentes forestales que combaten los incendios al consumir los pastos abandonados y, en contra de lo que se cree, ayudan a propagar la fauna autóctona con las semillas contenidas en sus excrementos"

Por todo ello, Los Verdes de Gran Canaria exigen que paren las matanzas de las cabras guaidiles y que se realice un estudio "serio" sobre el impacto ecológico y las potencialidades de las mismas como recurso genético, medioambiental e incluso turístico.