El empresario José Luis Chicharro proyecta levantar una escuela de pilotos de vehículos de dos y cuatros ruedas en la parcela aledaña al circuito de karting de Tarajalillo y el parque multiaventura Hangar 37. El proyecto, que supone un desembolso de 382.000 euros y será hoy debatido por la corporación en las casas consistoriales de Tunte, prevé ser la "cuna del automovilismo" de Gran Canaria a mediados del próximo año.
Cuatro años ha tenido que esperar el promotor José Luis Chicharro, uno de los socios del Gran Karting Club, S.L, para construir en la entrada de la ciudad turística de Maspalomas un centro de alto rendimiento del motor. "El entramado burocrático", en el que intervienen varias administraciones, y la cercanía de la parcela con la autopista GC-1 han ralentizado la ejecución de un proyecto concebido con el fin de ampliar la oferta de ocio del municipio turístico.
Bajo el paraguas del Plan de Modernización, Mejora e Incremento de la Competitividad del sector turístico de San Bartolomé de Tirajana Maspalomas Costa Canaria (PMM), la iniciativa supone la creación de una escuela de pilotos de motos y kart para alumnos con edades comprendidas entre 7 y 17 años. "La idea es que los visitantes aprendan a conducir los vehículos en estas nuevas instalaciones para que luego adquieran mayores destrezas, con categoría de sénior o máster, en las pistas del karting", explicó ayer el promotor.
El proyecto nace, además, con vocación pedagógica en el ámbito de la educación vial. Alumnos de centros de primaria y secundaria del municipio podrán aprender en el enclave los riesgos que implica la conducción, nociones básicas al volante o incluso tareas relacionadas con el engranaje y desmontaje de motores. Estudiantes de Formación profesional del sector automovilístico podrán incluso realizar prácticas en la nueva escuela.
El centro deportivo, que se levantará sobre una parcela de 11.199 metros cuadrados, contará con oficinas, aulas reservadas para las clases teóricas, una pista asfaltada de 5.000 metros cuadrados, cafetería y zona de aparcamiento con capacidad para 80 coches. A Chicharro le hubiese gustado incluir en sus planos arquitectónicos un "hotel rural" con el fin de ampliar su oferta a los visitantes, "pero no ha podido ser". Los pilotos que elijan la punta de Tarajalillo como enclave de entrenamiento previo a competiciones internacionales o nacionales deberán pasar la noche en hoteles cercanos, como El Orquídea de Bahía Feliz o el H10 de Meloneras, con los que el centro prevé una cierta colaboración.
El edificio principal, con solo una planta de altura, integrará en su estructura materiales, como paneles prefabricados con placas "alveolares" o madera, que "minimizan" el impacto visual de la construcción en el entorno. La plantación de 400 metros lineales de palmeras autóctonas reproduce ese afán de "camuflaje vegetal" que persigue el proyecto con respecto al suelo colindante.
Si dependiera de Chicharro, el centro deportivo comenzaría a construirse "mañana mismo". Sin embargo, primero habrá que esperar a que la corporación sureña conceda hoy su bendición a la propuesta en sesión plenaria. Según las previsiones del promotor, el centro se construirá en un período de seis meses y abrirá sus puertas a mediados de 2016, justo a tiempo para el comienzo de la temporada turística.
La iniciativa incluye, asimismo, la creación de 15 nuevos puestos de trabajo vinculados al sector automovilístico, como son motores y mecánicos. La propuesta cuenta con un presupuesto de 382.000 euros. Por ahora el empresario, según señaló, ya ha abonado al ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana 19.000 euros en concepto de aprovechamiento urbanístico y aproximadamente otros 28.000 por tasas.
