Lleva 20 años haciendo este belén en Moya. ¿Qué recuerdos tiene de estos comienzos?
Este es el 20º aniversario. Desde niño me gustaba la Navidad. En mi casa no se hacían belenes, pero recuerdo cómo mis tías y otras personas los hacían en sus casas. Entonces fui guardando las primeras moneditas que me daba mi padre y con ellas compré las primeras figuras. Y cuando pude hacer mi propio belén quité todos los muebles del salón de mi casa, e invité a los niños del colegio y vecinos de la zona a verlo. En mi primer belén tenía 14 años. Y cada vez se ha hecho más importante.
¿Cómo se consiguen 6.000 visitantes que tuvo en la pasada edición, y en Moya?
Tengo un libro de visitas y han venido desde alemanes a mejicanos, algún cubano, y ya lo visitó este año el nuevo Delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento. Espero, al menos, contar con el mismo número de personas.
¿Y cómo han sido los preparativos? ¿Qué características tiene este nuevo Nacimiento?
El belén ocupa 114 metros, de los 200 metros que tiene el local en el que está. Ahora mismo es el mayor de Canarias. Este año empecé a prepararlo el 18 de marzo y se inauguró el 27 de noviembre, y hasta ese día tuve cosas que terminar. Tiene más de 2.000 horas de trabajo, y todo está hecho a mano, con el cúter y el bisturí, luego va la escayola y pintarlo.
¿Cuáles son las novedades?
El techo está lleno de estrellas, porque es de noche, con un pequeño movimiento. Todo es de fibra óptica, con más de 1.000 puntos que forman las estrellas. Esto es nuevo. Tiene 1.000 figuras pintadas a mano, que representan diversos episodios vinculados al nacimiento de Jesús, recreados con materiales como el corcho. Y cada historia es contada en el recorrido. Es un trabajo muy duro, para el que he contado con expertos: electricistas, técnicos de sonido, especialistas en ensamblaje....
Del conjunto, ¿qué zonas destacará por su belleza o por el trabajo que le dio hasta acabarlo?
Aunque todo tuvo mucho trabajo, a mí gustan los callejones. Sin embargo, lo más llamativo porque es lo que te encuentras al llegar es el Palacio de Herodes, por su majestuosidad y belleza. Es también lo que más tiempo me llevó. Porque el belén lo empecé con el palacio y también fue lo último que acabé. Me dio mucho la lata. Es un trabajo impresionante. También las murallas y las torres que están alrededor de la ciudad. Pero, yo creo que lo peor ha sido el cielo lleno de estrellas, porque tiene más de 1.000 puntos, y todo lo que llevaba su instalación. Dio mucho trabajo, pero creo que me salió como yo quería. El escenario tiene once metro de largo y nueve metro y medio de ancho, elevadas sobre 20 mesas móviles.
¿Qué sensaciones se suelen llevar los visitantes cuando se van?
Yo estoy muy satisfecho. Me emociona que la gente disfrute. Aquí hay mucha paz y sentimientos. Y espero que transmita esta sensación. Está hecho para que el público lo disfrute durante las navidades. La entrada es gratuita, y hay un donativo para un sorteo. Este año incluye una cesta con productos típicos de Moya. Y también un fin de semana en el hotel rural de Fontanales, en La Posada.
