"Permítanme que les cuente una historia a modo de cuento, donde la protagonista es una embajadora de la paz, la armonía y la concordia entre dos pueblos distintos hermanados con cariño: el canario y el escandinavo". Así inició la consejera de Turismo de Gran Canaria, Inés Jiménez, su pregón de las fiestas de Santa Lucía y Los Labradores en el templo del casco histórico.

"Érase una vez en las frías tierras del norte, un lugar llamado Suecia, donde la igualdad tan ambicionada y demandada por otros lugares del mundo se vestía de gala iluminándolo todo el 13 de diciembre; Ese día, uno de los más bonitos era el desfile de las Lucías", agregaba.

La pregonera señaló que la leyenda se inició hacía siglos porque una niña con velas encendidas en el cabello se le había aparecido a un pueblo hambriento cargando una cesta con panecillos para darles de comer. "La tradición se había extendido por muchas partes del mundo, hasta lugares tan lejanos como una isla preciosa del Atlántico llamada Gran Canaria, donde también se había convertido en tradición que se eligiera a una Lucía Canaria y que la canaria y la sueca se encontraran y fueran juntas a rendir homenaje en un bello pueblo llamado Santa Lucía".

Jiménez rememora así uno de los actos emotivos de la festividad del casco histórico desde los años setenta del pasado siglo como es el hermanamiento entre la Reina de la Luz y la Lucía Canaria. Partiendo de dicha historia, la pregonera narra "la leyenda de Las Tirajanas, que viene de los gigantes Tira y Jana"; la historia de Bentejuí, noble aborigen que se despeñó por el barranco de Ansite al ver la batalla perdida al grito de Atis Tirma.

Asimismo, la pregonera recordó anoche el corrimiento de tierras de La Rosiana de 1956; cómo mucha gente del pueblo que pasaba hambre emigró a Cuba y Venezuela; y las costumbres culinarias de los santaluceños. Jiménez mencionó también a la familia Ramírez, destacando la contribución de Juan, Conchita y Margarito a las tradiciones Santa Lucía, entre las que destaca la fiesta y el juicio del Haragán.