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San Bartolomé de Tirajana

"Me veo como un filántropo humanista, he dedicado media vida a los demás"

"Hago lo que hago no por necesidad económica o material, sino por una razón moral y ética", señala el exconcejal de Nueva Canarias, Santiago Santana Trujillo

El exconcejal de San Bartolomé de Tirajana Santiago Santana Trujillo. JUAN CARLOS CASTRO

Su experiencia como cargo público ha durado poco por voluntad propia.

Sí, como cargo público solo he estado estos seis meses de concejal.

¿Qué fue lo que le atrajo de Ciudadanos, antes de entrar en NC?

Pues que era un proyecto nuevo que había salido de la gente, que buscaba una respuesta social a lo que estaba sucediendo en España. Era una apuesta de la gente que salió de una plataforma que había habido en Cataluña en su día con un partido relativamente joven, aunque tuvieran historia en aquella comunidad.

Un partido joven como Nueva Canarias.

Sí, porque más o menos tienen la misma edad, aproximadamente. Me gustó esa dinámica de Ciudadanos. Sobre todo la figura de Javier Nart, que siempre me gustó. Cuando supe que estaba metido en Ciudadanos, más me interesó el proyecto porque a Albert Rivera ni lo conocía. Pensé que podía ser una opción magnífica. De hecho, cuando estuve dentro vi que estaba conformado por gente maravillosa con unos ideales y unas historias muy buenas. Sigo encantado con la gente que hay dentro.

¿Y cuándo decidió apartarse de Ciudadanos y entrar en NC?

Creo que fue en noviembre del año pasado.

¿Fue por algún desencanto?

Efectivamente. Es que era un partido completamente nuevo con gente que nunca había estado en política, con una frescura determinada. Eso era muy bueno pero daba la sensación que en el comienzo estaban dando algún tipo de bandazos porque había una sección que solo estaba preocupada por buscar los mejores perfiles: querían los mejores doctores, los mejores empresarios, los mejores? Y yo siempre preguntaba dónde estaban las consultas que les íbamos a hacer a la gente que estaba en paro, a los fontaneros, a los albañiles, a los trabajadores, que eran los que estaban sufriendo el azote de la crisis.

¿Cree que era falta de experiencia o de organización?

Pero en verdad no se le podía achacar a nadie porque verdaderamente todos teníamos mucha ilusión y yo entendí que ese proyecto necesitaba un poco más de tiempo y a mí me costaba mucho tener que bajar a cada momento a Las Palmas desde el sur. Con los proyectos que tenía arriba terminé saliéndome.

¿Quizá porque tenían un proyecto político un tanto elitista o selectivo?

A ver. No diría elitista o selectivo porque en el ideario de Ciudadanos se dice claramente que es un partido de centro izquierda. Y la gente que está dentro quiere hacer cosas por la gente, quiere ayudar a la gente y mejorar la historia. Lo que pasa es que tenían la idea, que yo también compartía, de tener a gente preparada para poder tirar del carro en condiciones.

Pero es una forma de pasar de los de abajo.

En ese inicio a lo mejor estábamos pecando de buscar demasiados números uno y olvidarnos realmente de para quién teníamos que hacer política, que era para la gente que lo estaba necesitando, los que estaban sufriendo.

¿Se pasó a NC por ser también teóricamente una fuerza de centro izquierda?

Efectivamente. NC es un partido que su máxima prioridad es estar al lado de la gente que más lo necesita, con los sectores más desfavorecidos de la población. Y eso en gran medida fue lo que me motivó.

Dejó Ciudadanos pero no la política.

Cuando salí de Ciudadanos lo hice con la intención de dejar la política. Fue un intento de hacer política y pensaba dejarlo. Pero por dentro notaba que necesitaba seguir siendo parte de un cambio que se tiene que sustanciar en el país, sobre todo por mis hijas. Yo veo a mis hijas y digo: pues no me puedo quedar con los brazos cruzados permitiendo que esto se siga yendo proa al marisco.

Y ahí apareció NC.

Vi a NC como un partido que me reportara y cubriera esas necesidades de seguir haciendo cosas por la gente.

Aunque haya dejado el acta de edil, sigue comprometido políticamente. ¿Lo dejó solo por no disponer de tiempo suficiente?

Claro. Yo ahora estoy en cuarto curso de Enfermería, estoy haciendo las prácticas que me van a llevar más de medio año. Voy a tener las tardes ocupadas durante mucho tiempo. El concejal no solo tiene que hacer sino que también tiene que estar presente. Con las tardes ocupadas no hay manera de estar presente. Tenía dos opciones: o espero, sigo haciendo las prácticas y desvinculado de la política y cuando termine el proyecto me reengancho otra vez, o renuncio ahora.

Y optó por la segunda opción.

Es que la primera me parecía tremendamente egoísta porque a mí me gusta trabajar en equipo. No tiene sentido seguir en un cargo elegido por el pueblo, que para mí eso es sagrado, si no tengo tiempo para ejercerlo. No podía apoderarme del cargo ni monopolizarlo simplemente por proyectos personales. Prefiero que esté Mercedes Díaz, la siguiente en la lista, y yo puedo seguir haciendo cosas. Es una forma de seguir adelante trabajando como equipo.

En su caso se va por falta de tiempo, no por diferencias con NC.

No ha habido ningún problema, en absoluto.

Usted se define como un liberal pero solo ha estado en partidos que se definen de centro izquierda. Parece más un socialdemócrata. ¿Cómo se ve?

Como un filántropo, he dedicado media vida a los demás. He estado de cooperante, he estado haciendo en Senegal un documental sobre los cayucos. Siempre he estado activo, pero lo difícil es no hacerlo. Me importa relativamente poco la ideología si esta te permite hacer cosas por la gente que lo necesita. Si realmente puedes ayudar a quien lo necesita, da igual el sitio donde estés. Yo hago la política que llevo dentro, la de ayudar a la gente.

¿No cree que ahora hay un claro divorcio entre los políticos y la sociedad civil?

No solamente lo creo, sino que ese fue el fundamento por el cual yo decidí entrar en política en su día. Porque yo veía que por un lado estaban los señores que vivían en una torre de marfil, que son los intocables que deciden todo, y por el otro estábamos los que manteníamos esa torre de marfil, que éramos todos los ciudadanos que estamos sufriendo los embates de la crisis y hasta la violación de algunos derechos humanos porque en eso no estamos a la cabeza de Europa ni mucho menos.

¿Por qué se mete en tantos líos si usted por familia podría vivir cómodamente sin problemas económicos? ¿Cuál es la idea?

Lo hago justamente porque no lo necesito. Nosotros nos dignificamos en la medida porque hacemos cosas que no necesitamos hacer, que es cuando realmente las haces con el corazón. En realidad lo necesito porque es una obligación íntima y personal de convencimiento moral y ético. Pero lo hago realmente porque económicamente no lo necesito y hay mucha gente que sí. A veces uno parte de un punto de salida con suerte y tienes que repartir con la gente que no tuvo esa suerte.

Usted es abogado en ejercicio y esta terminando Enfermería. ¿Le gusta compaginar el mundo jurídico con el sanitario?

Es que nací con una curiosidad innata. Soy un curioso empedernido. También me he matriculado en Geografía e Historia porque me apasiona conocer y saber. Derecho fue la primera carrera que hice porque creía que con ella podía terminar ayudando a la gente. Es la mentalidad romántica de que si eres abogado puedes hacer justicia. Luego te das cuenta que la cosa cambia un poco y que tiene que ser una batalla personal para que eso siga siendo así. Depende de lo que uno ponga en el trato con el cliente.

¿Y la enfermería?

La enfermería siempre fue una vocación. Cuando estuve en Paraguay, uno de los proyectos que gestionaba la magnífica organización en la que yo estaba era la construcción de seis centros de salud. Siempre había tenido ganas de ser enfermero porque para ser médico se exigen más años. Con la enfermería hay un trato más cercano y personal, en el cuidado directo del paciente. La enfermería me daba la posibilidad de poder solucionar problemas inmediatos de un paciente que está sufriendo. Es muy gratificante. Cuando fui cooperante en Paraguay me di cuenta de que el hecho de que yo pudiera estar más formado en materia de salud me podría reportar la posibilidad de ampliar esa voluntad de ayudar a los más necesitados en cualquier sitio del mundo. No estoy estudiando enfermería para trabajar en planta, sino para seguir de cooperante.

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