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La Aldea de San Nicolás Visita real a la capital

Los Reyes vienen de La Aldea

La localidad aldeana ofrecerá en el parque de San Telmo una de las representaciones de la Epifanía más antiguas de Canarias

Dos pequeñas lavanderas en la Navidad aldeana.

Los Reyes Magos llegarán el 2 de enero al parque de San Telmo de Las Palmas de Gran Canaria gracias a una de las representaciones más antiguas del archipiélago, recogida tras una exhaustiva investigación por el multipremiado Proyecto de Desarrollo Comunitario La Aldea.

Este grupo cultural ha recuperado el guión teatral del episodio bíblico gracias a la informante Carmita Sosa, quien a los 103 años aún recordaba buena parte de los textos del Auto de Reyes y calificaba este acto como "muy importante" en las fechas navideñas en La Aldea de San Nicolás a principios del siglo XX.

Los miembros de Desarrollo Comunitario iniciaron la investigación a mitad de la década de los años 90 del pasado siglo, en un trabajo detectivesco que comenzó con las claves que ofrecía Sosa, quien aún guardaba en su memoria el texto del Auto de Reyes que se representaba en el pueblo en las primeras décadas del siglo XX.

La clave para descifrar la versión que se representaba en La Aldea fueron las frases recordadas por Carmita Sosa referidas a la muerte de los niños hebreos por parte del rey Herodes: "No mates a mi hermanito, mátame a mí primero, no ves que es un angelito..." y "a Herodes no volváis que Herodes lo que quiere es matar al niño, y no volvió..." Gracias a estos versos se pudo saber que el texto de referencia que se representaba en la localidad aldeana era similar a la versión que existió en el municipio de San Lorenzo, Gran Canaria.

Carmita atesoraba en su recuerdo cómo ese teatro se representaba dentro de la propia iglesia siendo niña, y también que se dejó de hacer durante la Guerra Civil (1936-1939), para no volverse a representar jamás.

Cuando fue recuperado por el Proyecto Cultural de Desarrollo Comunitario, comenzó a escenificarse delante de la iglesia, y en la actualidad se representa en la plaza frente al templo de San Nicolás de Tolentino. Los textos recuperados de la tradición oral fueron completados por el experto Francisco Navarro Artiles.

En total, el libreto se compone de 342 versos, polimétricos, dividido en XI escenas y con 12 personajes principales apoyados por un nutrido grupo de actores secundarios, éstos sin texto, formado por soldados, cortesanos, hebreos o bailarinas, entre otros muchos, y adaptando los personajes del pueblo para que, comprendiéndose la historia, resulte más fácil de poner en escena. El narrador, en prosa, y al comienzo de cada escena explica a modo de introducción el contexto en que se van a desenvolver los distintos protagonistas.

El pasaje de Herodes

Entre las principales características que presenta el Auto de Reyes de La Aldea frente a su fuente del municipio de San Lorenzo, prescinde de las frases de los lacayos de los Reyes Magos, debido a que en La Aldea de San Nicolás son tres niños que acompañan a los monarcas de Oriente.

Si bien en la representación de la fuente original no hay mujeres con guión, en la escenificación de La Aldea se ha optado por que el Ángel anunciador y el Diablo sean protagonizados por dos personajes femeninos. Hay que destacar que el final del Auto se cierra con un documento oral: la voz en off de la mismísima Carmita Sosa recitando los versos de Eliacín frente a su padre Herodes donde le suplica que no degüelle a su hermano.

El argumento central del auto es, en definitiva, y según explican sus promotores, "el debate entre dos fuerzas, la del bien, representada por el Mesías y los Reyes de Oriente, y la del mal, centrada en la figura de Herodes. Estas dos fuerzas, planteadas desde una perspectiva maniqueísta, se personifican en dos figuras claves, el ángel y Satanás". Satanás simboliza el temor de Herodes, "personaje lleno de ira y ambición, y el miedo que le embarga al contemplar la posibilidad de ser destronado como rey de los judíos a través de la figura de un niño, el Mesías".

Los Reyes Magos forman parte del eje central de toda la obra, a la vez que el hilo conductor de las diferentes escenas de la representación hasta el final de la obra. El auto comienza con las palabras esperanzadas del ángel, que dice: "No temáis, gente de bien, escuchad la buena nueva", para dar paso a la intriga de Herodes por conocer a esos Reyes que llegan de lejos.

La muerte de los inocentes

El clímax de la obra lo constituye la entrada de Satanás en escena, que, hablando en sueños a Herodes, le encomienda que no se fíe del mensaje de buena nueva y le ordena que mate a todo niño menor de tres años, incluso su hijo, Eliacín, que suplicará clemencia para que Herodes no cometa el vil asesinato de inocentes.

Herodes no oye la súplica de su hijo y manda a matar a los menores, pues así pretende asegurar la continuidad de su reino sin entender que el Mesías sería el soberano espiritual de la cristiandad.

Entre los factores que han hecho que esta obra haya permanecido vigente a lo largo de los siglos, a pesar de haber caído en desuso el verso en escena, es que el argumento, según afirma el profesor José Pedro Suárez Espino, "gira en torno a elementos tan universa-les como es la propia naturaleza humana dividida en dos polos opuestos, sus vicios y pasiones: envidia, ira, maldad, ambición por un lado, y la bondad, la ino-cencia, la paz y la luz, personificada, entre otros, en los Reyes de Oriente, en el ángel anunciador o en la propia figura de la Sagrada Familia". Al final los Reyes parten hacia sus cortes lejanas mientras los soldados segan la vida de los inocentes por orden de Herodes, que "envenena con su ira las mortíferas espadas".

Con esta representación el Proyecto de Desarrollo Comunitario se apunta otra muesca en la recuperación del patrimonio cultural de las Islas, una labor en la que vienen trabajando desde 1980 y además lo hacen tanto en las fuentes documentales como reviviendo los episodios históricos con la participación de buena parte del pueblo y con el objeto no solo de desenterrar los antiguos usos de los canarios, sino de ejercer pedagogía con un planteamiento preferentemente educativo.

De esta forma abarcan todo el arco de edades, desde los mayores, que son la fuente oral, como es el caso de Carmita Sosa, a los niños y jóvenes que participan en las distintas fases de la puesta en escena.

Estas incluyen desde los cantos de trabajo o la música y danzas tradicionales a escenas más cotidianas o relacionadas con los hitos asociados a la ganadería o la agricultura, que alcanzan todo su esplendor en el municipio aldeano donde recrean prácticamente todo un pueblo -también en vivo-, donde igual se muele el grano que se descamisan piñas, en un espectáculo que sorprende por igual a propios y a foráneos.

Avalan la calidad de sus escenografías y tarea de investigación la gran cantidad de premios y galardones recabados durante estas tres décadas, como el Premio de Canarias a la Cultura Popular en el año 2003, el Roque Nublo de Plata del Cabildo de Gran Canaria en el año 2000, la medalla de oro de Canarias en 2006 por la recuperación del Rancho de Ánimas, junto a los otros ranchos existentes.

De todos sus numerosos trabajos también destacan los relacionados con el calendario religioso y pagano, con la Navidad, el Carnaval y la Semana Santa.

En relación con la Navidad resalta por méritos propios el mencionado Rancho de Ánimas, que en La Aldea sale el 8 de diciembre coincidiendo con la Inmaculada Concepción. A partir de este día se realizan visitas a aquellas casas donde son solicitados hasta el 2 de febrero, jornada en la que finaliza el ciclo navideño.

El Rancho de Ánimas de La Aldea salió por última vez en 1945. Su desaparición no fue total, aunque no sonaron más por las calles ni en la iglesia, sino de forma particular en la casa de la familia Pestana, en el barrio de Los Espinos, de donde desapareció definitivamente en los años cincuenta hasta su recuperación en 1991.

Belén viviente

De no menos enjundia es el belén viviente, en el que participan personas que de forma voluntaria decenas de vecinos que muestran cómo se tuesta el millo, se hace el queso o se elabora el pan. En este belén se une todo el pueblo el 25 por la noche para compartir con los visitantes un rato de la costumbres y tradiciones, imaginándose que el niño Jesús nació en la mismísima localidad aldeana. En la actualidad se aprovecha la red de museos que tiene el Proyecto a lo largo de la calle peatonal y la plaza nueva.

Estos centros se abren para escenificar los diferentes oficios perfectamente contextualizados a mediados del siglo XX. El Nacimiento en sí se ubica en el museo de La Gañanía, que se encuentra en Barranquillo de La Plaza.

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