La villa de Teror estrena por primera vez en su historia un año con dos 'pinos', el que estará por venir en septiembre, día de la patrona, y el que celebró en la noche de fin de año para dar la bienvenida a 2016, con un lleno absoluto desde la Alameda a la calle Real, pasando por una plaza en la que no cabía un matasuegras más.

Eran, según los cálculos de los responsables del plan de seguridad, unas 10.000 almas, la gran mayoría llegadas en decenas de guaguas que partían desde Arucas y la capital. En el momento álgido de la noche era prácticamente imposible moverse en el interior del recinto que forma la cancela de la basílica, con los dos presentadores, Roberto Herrera y la actriz Jose Toledo, logrando emocionar al público durante la retransmisión de TVE-C para todo el país y también para todo el mundo a través de su Canal Internacional, con una cobertura potencial, según informaba el director del Centro de Producción, Domingo Álvarez, de 450 millones de televidentes de América del Norte y del Sur, Europa, África y el Pacífico.

Esta difusión tuvo efectos inmediatos, con las llamadas a sus familias de terorenses repartidos por todo el planeta, algunos con las voces entrecortadas por la magua de la imágenes por parte de residentes "en México, de Irlanda, y de otros muchos puntos del globo", según afirma el concejal delegado de Aguas de Teror, José Luis Báez.

Volaron las 36.000 uvas

Las campanadas fueron el colofón del centenario de la fundación de la empresa municipal Aguas de Teror, patrocinadora de la cita, y que además de preparar una noche de música con Los Coquillos, que abrieron la velada prometiendo lo que se vendría después hasta las cinco de la mañana con su Borracho hasta el amanecer, y a la que se incorporó Armonía Show y DJ Promaster en las primeras horas del 1 de enero, ofrecía 3.000 cotillones y 36.000 uvas gratis que se agotaron en apenas una hora, y cuando aún faltaba bastante tiempo para partir el año.

A medida que se acercaba el momento arreciaba la cadencia de guaguas hasta el punto de hacer imposible el tránsito por la calle Real. José Luis Báez, ayer, se mostraba de lo "más satisfecho con la repercusión mediática de Teror en el mundo, y sobre todo por la imagen de Aguas de Teror en el Archipiélago para seguir creciendo en la región, y marcarnos otras metas más ambiciosas".

Báez además subrayaba el trabajo "frenético" de decenas de trabajadores, tanto de la firma municipal como del propio Ayuntamiento de la villa en los días previos, a los que se sumaban los 40 trabajadores de TVE-C, algunos llegados de la provincia de Tenerife para cubrir la Nochevieja y "que organizaron el acto al milímetro para que saliera a la perfección".

Tal fue así, según el concejal, "que en toda la noche no se rompió ni un plato", aludiendo a la tranquilidad y el buen ambiente que se vivió hasta las cinco de la mañana, "otro motivo para felicitarnos por el civismo de los participantes", así como por la labor "de la Policía Local, Guardia Civil, Cruz Roja y Protección Civil", que destinaron decenas de efectivos a la villa.

Ya por la mañana, el aparatoso escenario negro, bautizado sobre la marcha como la Estrella de la Muerte por parte del vecindario, había desaparecido y en el suelo no quedaba un matasuegras.