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Las presas del Cabildo empiezan 2016 al mínimo, con apenas agua para el año

Las reservas en los embalses insulares descienden hasta los 3,35 millones de metros cúbicos - Soria está al 4% de su máximo histórico y Ayagaure al 6%

Los siete embalses del Cabildo de Gran Canaria inician el año 2016 con unas reservas de 3,35 millones de metros cúbicos, el 32% de su capacidad, mientras que la presa de Soria solo almacena medio millón de metros, el 4% de su máximo histórico. La escasez de lluvias en el último año deja a la Isla con uno de los peores registros de las últimas décadas, especialmente en las cuencas del Sur, según los datos facilitados ayer por el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria.

El volumen embalsado garantiza el riego agrícola durante algo más de un año, pero si no llueve durante este invierno se empezarán a aplicar las medidas de choque previstas por el gobierno insular para ahorrar y poder mantener un mínimo de agua en las presas, informó ese organismo del Cabildo.

Las mediciones, realizadas a final del año 2015, reflejan la sequía que sufre la mitad sur de Gran Canaria por la ausencia de precipitaciones desde noviembre de 2012, la última vez que las grandes presas de Soria, Chira o Ayagaures recibieron una cantidad apreciable de agua. Desde entonces, todas las lluvias caídas sobre la Isla se han concentrado en las cuencas del Norte y La Aldea (noviembre de 2014) y en los litorales del Norte y Telde (octubre de 2015).

En el último año, según estos datos, el volumen de las siete presas de propiedad pública ha descendido en 738.058 metros cúbicos, mientras que el embalse privado de Soria ha bajado en 789.442 metros cúbicos y el de Las Niñas se encuentra prácticamente vacío.

Trasvases

En catorce meses apenas ha entrado agua de lluvia en Chira (que se encuentra ahora al 23% de su capacidad), Ayagaures (6%) o Candelaria (23%). Las otras cuatro presas del Cabildo registran mejores porcentajes, Gambuesa el 84%, Fataga el 38%, El Vaquero el 62% y El Mulato el 61%, aunque con trasvases desde otros embalses o aportaciones de agua desalada.

A la espera de lo que ocurra en lo que queda de invierno, pues enero y febrero son los meses de mayores precipitaciones, el Consejo Insular de Aguas se ha reunido durante los últimos meses con las comunidades de regantes para adoptar alternativas en el caso de que no llueve más. Entre esas medidas, según explicaron ayer técnicos del Consejo, se baraja el incremento de la producción en el terciario de Barranco Seco para llevar agua a la zona sur de la Isla y realizar conexiones entre presas. Así, las reservas de Soria se dedicarían exclusivamente a las zonas altas de San Bartolomé de Tirajana y Mogán, mientras que se trasvasaría agua de Chira, Ayagaures o La Gambuesa a los cultivos de las medianías y zonas bajas de esos dos municipios sureños.

El Consejo también negocia con la Mancomunidad del Sureste la utilización de más agua desalada en los terrenos agrícolas de la costa y medianías para conservar las reservas existentes en las presas de la cumbre. Las obras necesarias para esas conexiones ya se han realizado o están en marcha.

"Tenemos un volumen suficiente para regar sin dificultades durante todo este año 2016 y parte de 2017, pero no podemos dejar que las presas se vacíen del todo; si no llueve nada durante este invierno y tampoco el próximo, sí tendríamos un problema", apuntó uno de los técnicos consultados.

El consumo anual, precisó, "es de 1,5 millones de metros cúbicos, por lo que las reservas disponibles garantizan el riego de la cosecha de este verano y la del próximo invierno. No obstante, "puede haber algún problema puntual en sitios altos donde no llega el agua de los terciarios, por lo que la solución es ir sustituyendo en las zonas bajas el agua de las presas por la desalada y depurada", agregó.

En la cuenca de La Aldea, donde todas las presas son privadas, la comunidad de regantes no prevé problemas de riego para este año, pero es previsible que en verano reclame agua de la desaladora para combinarla con las de los embalses de Siberio, El Parralillo y Caidero de Las Niñas.

El Consejo Insular de Aguas confía en que los meses de febrero y marzo traigan nuevas precipitaciones y puedan ser aprovechadas para la agricultura, pues las lluvias torrenciales del pasado mes de octubre, las que anegaron las playas de Telde y la costa del Norte, solo dejaron un millón de metros cúbicos, solo "un pequeño respiro" en la sequía.

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