Belén Navarro González, la adolescente de 17 años que falleció la tarde del miércoles en la UCI del Hospital Doctor Negrín tras un ictus que sufrió la madrugada del pasado sábado, fue incinerada ayer en el tanatorio San Miguel después de que su familia decidiera donar sus órganos para pacientes demandantes de ellos. Sus familiares se quejaron de la tardanza de la ambulancia, que tuvo que ir a Tejeda desde Artenara ya que desde principios de mes el municipio no cuenta con vehículo asistencial