La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Conseguir el congreso biomarino en dos años sería un gran logro para la Isla"

"Tanto Noruega como Canadá buscan socios para expandirse y Gran Canaria puede ser el lugar"

Pierre Erwes, ayer en los jardines del hotel Santa Catalina. JOSÉ CARLOS GUERRA

¿Para cuándo, finalmente, una cita de la Convención de Negocios Biomarinos en la isla?

Valoramos realmente Gran Canaria, pero es mucho más que un congreso. En el fondo, el congreso es la culminación de un trabajo previo de desarrollo del sector biomarino, por lo que antes se deben producir contactos con las regiones líderes, inversiones y empleos. El congreso de este año es en Noruega, donde viaja una delegación grancanaria, y en 2017, en Quebec. Si trabajan duro en la candidatura, y ya están en la línea, tendrán la oportunidad de conseguir un gran logro para Gran Canaria en 2018.

¿Qué pretende su entidad?

El objetivo principal es reunir a inversores, investigadores y gobiernos para crear desarrollo y empleos en el sector biomarino de una forma siempre sostenible. La economía azul incluye múltiples áreas emergentes en agricultura, acuicultura, química, farmacéutica o cosmética. Crece de manera muy importante y representa cinco millones de empleos en Europa.

¿Y cómo cuadra en una economía centrada en el turismo?

El turismo es parte de la economía azul. Imagino una isla con espacios costeros y marinos protegidos para un turismo que no solo venga a tomar el sol, sino a disfrutar también de la biodiversidad. Gran Canaria tiene un altísimo potencial, pero la ciudadanía todavía no es consciente. Y tampoco los medios de comunicación, que tienen una gran responsabilidad para transmitir a la población, a las nuevas generaciones, la necesidad de formación con una óptica azul.

Algún ejemplo concreto del potencial biomarino de la isla.

Las microalgas, que necesitan sol y agua para crecer, se pueden utilizar para la alimentación animal y humana, además de ser un componente esencial para cosméticos o medicamentos y, en combinación con bacterias, para biomateriales sustitutivos de pinturas químicas, que se prohibirán en un futuro, para barcos y plataformas.

Excelentes condiciones naturales en la isla, ¿pero también empresariales y políticas?

Ese es el punto crucial. Traer a los inversores y a la industria no es tan difícil, pero para realizar el cambio necesitamos una visión de futuro y liderazgo político. El gobierno insular tiene esa intención.

¿Incluso si Raúl (García Brink, consejero de Desarrollo Económico, Energía e I+D+i del Cabildo) no ejerciera de eventual traductor ?

Todos los gobiernos dicen que quieren desarrollar la economía azul, pero muchas veces son solo palabras. No importa el color del gobierno, sino la voluntad real de desarrollar el sector. No hablo con gobiernos, sino con personas, que son lo verdaderamente importante, y he hablado con personas, como Raúl y el presidente [del Cabildo, Antonio Morales], que realmente tienen la voluntad de ir en esa dirección. Por eso estoy aquí.

Voluntad a largo plazo, claro, más allá de cambios electorales.

La convención de 2004 se celebró en Portugal, pero se trabajó seis años antes. El Gobierno cambió, pero el nuevo equipo socialista mantiene la misma estrategia esencial para el país. Igual en Gran Canaria, porque trabajé el pasado mandato con Jimena [Delgado-Taramona, gerente de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria] para preparar el terreno y se continúa en la misma dirección.

¿Y también hay inversores?

Por supuesto. La producción de proteínas será muy necesaria en un futuro próximo y la mejor manera es a través de algas. Tanto Noruega, referente en agricultura marina y recursos biomarinos, como Canadá, con importante desarrollo, tienen tecnología pero buscan socios para expandir su potencial y Gran Canaria puede ser el lugar. Además de la Unión Europa, muy centrada en lo continental, hay que generar un espacio atlántico de colaboración entre diferentes regiones costeras como Quebec, Islandia, Noruega, Escocia, Azores y Canarias, ahí está el futuro.

Pero Noruega es petrolera...

A partir de este año los ingresos del sector biomarino serán más importantes que el petróleo y el gas en Noruega. Además, la industria del petróleo y el gas, que decrece poco a poco, tiene grandes conexiones con el sector biomarino. Por ejemplo, se necesitarán una serie de enzimas marinas para poder perforar mejor o bacterias para luchar contra la contaminación.

Mejor no cite las prospecciones y el gas en la Casa Palacio...

Ese no es el futuro de Canarias, desde luego, sino que debe centrarse en las energías renovables. No más fuentes fósiles en 20 años, sino viento, sol, olas, geotérmica o biocombustibles de algas. También podría ser un líder europeo en uso de hidrógeno. Las renovables generarán mucho más empleo que las fósiles, que solo crean problemas. Además, están al servicio de los intereses de compañías multinacionales y el futuro es de la pequeña y mediana empresa.

¿Y cómo reciben sus ideas en Madrid?

Después de hablar mucho con el Gobierno español, no he detectado interés en desarrollar el sector biomarino. Aunque Francia está cambiando, tampoco tiene interés en el océano. Son lo mismo, gobiernos antiguos, vieja política con ideas caducas. Necesitamos más políticos jóvenes con ideas frescas y ganas de impulsar nuevos sectores, como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

Compartir el artículo

stats