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Almendra de plata al doctor Sánchez

El pago entrega a título póstumo el galardón al médico andaluz por su labor durante 27 años en la zona de cumbre y medianías

Retrato de José Antonio Sánchez.

Las fiestas populares en honor a la Virgen del Socorro concedieron ayer el galardón del Almendro de Plata a título póstumo al doctor José Antonio Sánchez Santisteban, quien llegó de su Granada natal en 1977 a la cumbre de la Isla para desarrollar su vocación como médico de familia durante 27 años. Sánchez falleció en 2010 con 58 años de edad.

Hijo de empresarios del sector de la hostelería, Sánchez nació en una familia acomodada en Macarena, Granada. Tras completar sus estudios de bachillerato en el colegio de los Padres Salesianos, Sánchez ingresó en la facultad de medicina tras cumplir la mayoría de edad. A los 23 obtuvo el título y se estrenó en la profesión en la ciudad andaluza de Guadix, donde solo estuvo seis meses, hasta que el servicio militar le impuso un nuevo destino.

En 1977 tenía que incorporarse a la base militar de Gando, en Gran Canaria, pero las casualidades de la vida hicieron que el destacamento de alerta y control que se encontraba en la cumbre de la Isla, en Los Pechos, fuera finalmente el enclave donde desempeñó sus servicios. Pronto se convirtió en el médico de familia de Tejeda y Artenara.

Sánchez se enamoró de los paisajes de la zona alta, de sus roques, atardeceres y cielos claros.

Los que le conocieron lo definen como una persona abierta, humilde y afable. Amigo de tenderetes en su casa. Fue un gran amante del fútbol en los ratos libres que le dejaban los interminables días de guardia.

A pesar de que durante años le rondó la idea de especializarse en cirugía cardíaca en Granada, Sánchez con el pasar del tiempo se dio cuenta de que su sitio se encontraba a la sombra del Nublo, con sus amigos y pacientes en Tejeda, Artenara y la Vega de San Mateo. Según desprende el programa de fiestas, tres meses antes de fallecer, ya débil, el doctor visitó el pago del Bentayga para despedirse de su gente y de la tierra que le cautivó con apenas 25 años.

El municipio de San Mateo le rindió homenaje en 2010, tras su fallecimiento, al bautizar una calle con su nombre. En este municipio era el médico que "más cartillas despachaba" con una cartera de más de 1.000 pacientes. Se le recuerda por acudir "a donde hiciera falta" para atender a sus vecinos, pacientes y amigos.

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