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Entrevista a Vanessa Santana

"Cuesta introducir los vinos canarios en hoteles porque lo que miran es precio"

"Hace 15 ó 20 años teníamos fama de malos vinos, peleones y cabezones, pero eso ha cambiado", asegura la gerente del Consejo Regulador de la DO de Vinos

Vanessa Santana en la capital grancanaria. QUIQUE CURBELO

Ha cumplido tres años como gerente de la DO Vinos de Gran Canaria. ¿Cómo lo lleva?

Como no tememos mucho presupuesto, a veces tienes que poner mucha imaginación. Estás todo el día creando una forma de dinamizar el sector y de provocar al consumidor para que consuma vinos.

¿Es un trabajo duro?

Sí, pero también te gusta porque esto conlleva mucha pasión y eso te llena mucho.

¿Los vinos de Gran Canaria gozan actualmente de buena salud?

Sí, sí gozan de buena salud, y sobre todo en los últimos años hemos ido mejorando en calidad muchísimo, y eso se está notando en el mercado porque cada vez hay más demanda.

Hace años los vinos en la isla eran una cuestión doméstica, no estaban comercializados como ahora.

Hace 15 o 20 años incluso teníamos la fama de malos vinos, que eran peleones y cabezones, pero eso ha cambiado y hoy tenemos marcas muy punteras y muy bien posicionados en restaurantes y supermercados. Nuestros vinos hablan de nosotros, de nuestra identidad.

¿Por qué antes los vinos eran peleones y cabezones y hoy son de calidad?

Por la formación. La formación es la palabra clave en el campo. El viticultor rentabiliza mejor esos viñedos para que produzcan uvas de más calidad. Y la entrada de enólogos y de gente que realmente sabe hacer vinos y que no ha aprendido de la mano de dios. Eso ha cambiado totalmente el sector. Cuando uno se forma, aprende.

El vino se mejora con la mano del viticultor.

Claro. Todos los panes no son iguales y los vinos tampoco. Todo depende de las manos, de la fermentación. En eso es igual.

Lo único importante no es la materia prima.

También influye cómo trates el producto, cómo lo lleves, a qué temperatura haces la fermentación? Pues igual el vino. Y lo que conlleva es que el tener formación en el sector y en la elaboración te hace tener mejores vinos. La materia prima es fabulosa y ahora hemos aprendido a transformarla en grandes vinos.

Es un sector en alza y en continuo estudio e investigación.

Es verdad que es un sector que está continuamente moviéndose y continuamente en formación, con nuevas tendencias porque cada vez se elaboraran vinos distintos y te tienes que formar sobre cómo elaborarlo. Todo no funciona, tienes que aprender y muchas veces lo que hay que hacer es contratar a un especialista, un enólogo que lleve el trabajo.

¿Cuesta introducir los vinos canarios en los hoteles?

Todavía cuesta porque en un restaurante lo primero que mi- ran es el precio y ya está. Pero hemos conseguido que la mentalidad cambie un poco porque si no conseguimos ser embajadores de lo nuestro, ¿quién lo va a hacer? Tenemos que dar la oportunidad al cliente para que pueda elegir. Quiero la libertad para elegir y tener la oportunidad de sabo- rear los vinos de todas las partes del mundo.

Pero al restaurador le cuesta aceptarlo todavía.

Sí, todavía al restaurador le cuesta. Es verdad que antes se estaba acostumbrado a ganar mucho con el vino, pero al final tenemos que mentalizarnos de que hay que ganar un poco menos porque así hacemos que el cliente consuma más.

¿Le molesta que la gente critique el vino nuestro no por su calidad sino por el precio?

Claro. Es una realidad. El problema es que somos caros, ¿pero comparados con qué?. Tú no puedes comparar un Porsche con un Panda. De eso sí sabemos. Pues con los vinos pasa igual. Cuando tú comparas un vino de Gran Canaria con otro lo haces en el terreno de la igualdad, pero cuando comparas un vino nuestro, con las vendimias manuales, producciones limitadas y variedades únicas, y lo pones junto a vinos de otras zonas con esas cualidades, de cuarenta euros no baja la botella. Eso es lo importante. Estás pagando una joya enológica y la estás comparando con un vino de dos euros. Es verdad que la sociedad está muy influenciada y tiene muy taladrado el sabor de un Rioja o un Ribera porque ha estado mucho tiempo en el mercado, está muy posicionado en las cartas de vino y eso nos hace que cuando pruebes un vino nuestro digas que te quedas con el otro, pero eso no quiere decir que sea mejor o peor, sino diferente.

¿No necesariamente los Rioja o Ribera tienen más calidad que los nuestros?

No, no. Hay de todo, de más y de menos calidad.

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