El chaparrón de agua que cayó el jueves dio paso en la mañana de ayer al hielo en las zonas medias y a la nieve en la cumbre de Gran Canaria. La bajada de las temperaturas se dejó sentir en buena parte de los núcleos rurales, cuyos termómetros llegaron a bajar de los cero grado en los puntos más altos y que descendió incluso a niveles inferiores a los diez grados muy cerca de la costa, como es el caso de Furel, en La Aldea.

La mayoría de municipios amaneció con los restos de granizadas en sus calles y placas de hielo, que obligaron a la clausura de las áreas recreativas y zonas de acampada de titularidad del Cabildo, así como muchas carreteras generales. Este es el caso del pueblo de Fontanales en Moya, el caso histórico de Teror, Valleseco y otros muchos pueblos del interior, que se encontraron con granizo en su calles, en una imagen muy poco habitual.

Sin embargo, las consecuencias han sido escasas, con algunas caídas de ramas y de árboles por el viento, y pequeños daños en el mobiliario urbano.

En cambio, el CEO de Tejeda tuvo que echar el cierre a las aulas de común acuerdo con el Ayuntamiento, "por las condiciones climatológicas y las numerosas vías del municipio que están cerradas". El alcalde, Francisco Perera, apuntó que la medida se había tomado desde la madrugada por varias razones: por un lado, porque la nieve impedía que los profesores pudieran llegar al colegio desde otros municipio, y lo mismo sucedía para los alumnos de barrios de la zona alta, como La Culata. A esto se sumaba las dificultades del transporte escolar para moverse en esas condiciones por las vías nevadas y, por último, porque no había garantías suficientes para salir de centro cuando acabara la jornada escolar.

Hay que tener en cuenta que el Cabildo tuvo que recurrir al quitanieves para limpiar las vías, cerrando también buena parte de la red viaria del centro de la Isla.

El colegio público cuenta con unos 90 alumnos, además de ocho profesores.

Francisco Perera señaló que esta no es la primera vez que se toma esta decisión en situaciones similares, y que en este caso no ha tenido nada que ver con desperfectos.

El alcalde apuntó que Tejeda ha recogido desde el jueves una ingente cantidad de agua para la agricultura, que puede llegar este fin de semana a los 200 litros por metro cuadrado acumulados. De momento, ayer tarde ya habían contabilizado unos 150 litros. Perera realzó las bondades de estas lluvias serenas, que serán muy bien aprovechadas por la tierra, ya que las hierbas que ya están en los campos sirven también para retener el agua y evitar que discurra por los barrancos, empapando las zonas altas.

De momento, el CEO Tejeda queda a la expectativa para ver si concluye esta ola de frío para determinar si se reanudan las clases la próxima semana, una vez se haya normalizado la situación.

De forma paralela, ayuntamiento como Moya lanzaron en sus redes sociales sus peticiones de prudencia ante las precipitaciones que afectan a toda la isla de Gran Canaria. "Moya recomienda extremar las precauciones en la carretera y usar el coche sólo si es estrictamente necesario", señaló, al mismo tiempo que solicitó la colaboración de los ciudadanos para evitar incidentes.

En la misma línea, Artenara reclamó "precaución" entre los automovilistas.