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El siglo de Las Dominicas

El centro docente de Teror celebra su 90 aniversario

El siglo de Las Dominicas

El colegio de Nuestra Señora del Rosario, Dominicas de Teror, celebra el próximo 2 de abril el 90 aniversario de la apertura del centro, que se ha convertido a lo largo de este casi siglo de existencia en una parte indisoluble la historia y la identidad de la villa mariana como ejemplariza su propio edificio, una perla arquitectónica ubicada en un paraje único y diseñado por el ingeniero Laureano de Armas Curie, también autor de otras piezas emblemáticas como la Casa Gourié de la ciudad de Arucas.

En estos 90 años de trayectoria, el también conocido como Convento de las Religiosas de la Sagrada Familia, han pasado por sus aulas no sólo los alumnos de Teror y sus municipios colindantes sino de prácticamente toda la isla de Gran Canaria, y no sólo para recibir clases, sino también como marco de retiro espiritual en un contexto geográfico que incluye la finca de Osorio, con la que linda sobre la montañeta de Scala Coeli, o escalera al cielo.

El de la villa mariana fue el cuarto centro que la orden de Las Dominicas abre en el Archipiélago canario tras iniciar la labor docente en la capital grancanaria con la apertura del colegio de San José, en el año 1891. A éste le seguirían en Tenerife el de Santa Rosa de Lima de La Laguna, en 1907. y el de Santo Domingo de Guzmán en Santa Cruz de La Palma, en 1908 para, en 1925, inaugurar el de Teror.

Y lo hacía con una fábrica neorrománica que preside el paisaje natural y también urbano de la villa, y colindante con la primera ermita que tuvo la localidad, la de San Matías, desaparecida a mediados del siglo XVIII.

La obra de las Dominicas, que ha dado para llenar páginas a no pocos poetas y literatos está levantada con piedra azul de Arucas, sin escatimar en balconadas y arcos de medio punto que festonean su claustro.

Rematan la orfebrería arquitectónica su vidrieras de la capilla, las de la biblioteca y el comedor, entre otras estancias, formando un conjunto acomodado entre jardines con frutales y amurallado en todo el perímetro del solar.

Esta imponente obra emerge de un Teror que se convertía en un hito religioso tras la coronación de la Virgen del Pino y su posterior título de patrona de la Diócesis de Canarias en 1914, lo que supone con su presencia, que se sumaba a la del Convento del Císter que fue inaugurado mucho antes, en el año 1888, el amueblamiento de la vocación religiosa en la villa.

Es en ese contexto donde las Dominicas ofrecen desde los primeros momentos de su labor pedagógica en las islas no solo las materias propias de la época, sino también de lo más innovadoras para el momento, como el inglés, el teatro, la literatura, entre otras muchas, además de las habituales relacionadas con el alumnado femenino en buena parte del pasado siglo XX -hoy es mixto-, como lo era la costura o el planchado.

Y además lo impartían con vocación de ayudar a los más desfavorecidos, como parte de la doctrina de las Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia, una congregación que pertenece, como informan desde el propio colegio terorense, a la Orden de Predicadores cuyo fundador fue Santo Domingo de Guzmán en el año 1216.

Espacios de silencio

Un segundo motivo pues, para celebrar el otro gran aniversario, el de los 800 años de esta misma Orden. Y a esta le sigue la Congregación que fue fundada en el año 1995 por el padre Cueto, dominico y obispo de Canarias, y la Madre Pilar Prieto Vidal de quienes "proviene la espiritualidad que anima la misión educativa de nuestra Congregación". Con ella quisieron dar respuestas concretas a las situaciones de crisis que vivía la sociedad en su tiempo.

Ello, "potenciando el papel de la mujer en la familia y en la sociedad, con una educación abierta al cambio y sensible a la necesidades del entorno", que se resume en una de sus máximas principales, que es la "formación integral del hombre y de la mujer preferentemente de la juventud".

En el primer centro escolar de Canarias, el de San José, que se encuentra en Las Palmas de Gran Canaria, es donde descansan los restos del Padre Cueto. Tras la apertura del Tenerife fallece la Madre Pilar en una de sus visitas a la comunidad. Sin embargo, del colegio de Teror no conocieron la apertura sus fundadores ya fallecidos para el año 1926.

"Por él", sostienen con orgullo las hermanas, "han pasado varias generaciones, que se han formado en valores humanos y cristianos acompañadas por hermanas, profesorado, y familias que han creído en la labor educativa como camino para llegar a la plena realización personal y ser así verdaderos agentes de cambio en la sociedad".

Para añadir, que esto "sólo es posible con un celo por la búsqueda de la verdad y el amor al estudio. El estudio no para saber más sino para servir mejor".

Las actuales responsables del colegio son especialmente conscientes que "ha sido y es privilegiado por su entorno natural de espacios de vegetación, para ir haciendo propios valores que dan sentido a la vida como "el respeto a la naturaleza como obra de la creación, el compromiso por la justicia, la convivencia y construcción de la paz, la valoración del hombre por lo que es y no por lo que tiene, la gratuidad, gratitud, esperanza, alegría, y sentido de fiesta, y la búsqueda de espacios de silencio y de interioridad para el encuentro con uno mismo, con Dios y con los demás".

Pero mientras en sus aulas los escolares se afanan en sus asignaturas, dotados con un más que moderno material pedagógico, y con un programa extraescolar que incluye plantaciones y clases en el propio entorno del cercano Osorio, o con ese mismo espectacular paisaje colándose por las ventanas, tanto el Ampa como las hermanas preparan para el próximo 2 de abril el emotivo acto del 90 aniversario, con la propuesta de reunir en torno al colegio a todas las generaciones posibles que han aprendido y jugado en sus jardines bajo los naranjos, "para compartir así uno de los momentos más importantes de su infancia".

Una infancia y una trayectoria que quieren plasmar también en una amplia exposición fotográfica para la que solicitan la aportaciones de aquellos padres, alumnos o profesores que atesoren imágenes del colegio de Las Dominicas, que podrán luego ser disfrutadas a partir de las once de la mañana del día de la celebración, jornada que comienza con la citada muestra que se abrirá en la Casa de la Cultura del casco antiguo de Teror, dado que es voluntad del centro hacer partícipe a la villa que lo acoge.

Con este fin han abierto un plazo que termina el 10 de marzo, en el que se pueden enviar al correo yopada13@outlook.es. La propuesta incluye grabaciones testimoniales a través de vídeos "de aquellas personas que no pueden estar presentes, y que también pueden incorporar al archivo a de Whatsapp al número 690 673 406.

Una hora después de la apertura de la citada exposición dará comienzo la celebración de la eucaristía en la basílica del Pino, para, por la tarde, y a partir de las dos, compartir mesa en las instalaciones del colegio con ""espacio y tiempo para el reencuentro a lo largo de la tarde".

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