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Entrevista

"Fue impactante que alguien que no conocía me llamara mi niña"

"Ser Hija Adoptiva es más afectivo que un mérito académico, es un orgullo enorme y llega muy al alma", confiesa la economista, Beatriz González e Hija Adoptiva de Gran Canaria

Beatriz González López-Valcárcel, ayer, en el campus de Tafira. SABRINA CEBALLOS

¿Tan feliz como al recibir un doctorado, una cátedra o cualquier otro premio académico?

Los méritos académicos están muy bien, pero forman parte de la trayectoria profesional. [Hija Adoptiva] es mucho más afectivo, llega muy al alma, es la leche. Estaba por tres semanas con una investigación en Valencia cuando me llamó el presidente [del Cabildo, Antonio Morales], que no lo conozco personalmente, y pegué un grito de alegría. Veo tanta gente alrededor que podría tener el mismo reconocimiento que es difícil saber por qué. Es un orgullo enorme, la verdad, me hace muchísima ilusión y estoy muy contenta.

¿Cómo se convierte una gallega en canariona?

Vine a trabajar muy jovencita, con 21 años, cuando acababa de terminar la carrera. Un profesor de Santiago [de Compostela] me ofreció venir a dar clase, una aventura, y era más joven que todos mis alumnos, porque sólo había cuarto y quinto de la facultad, era gente de treinta años que ya había estudiado en la escuela de empresariales y trabajaba en la banca. No tenía pensado pasarme aquí la vida, pero la isla te engancha a nivel humano con gente tan suave y cálida. Fue muy impactante que alguien que no conocía me llamara "mi niña". Tenía como referencia Galicia y los paisajes de la isla me parecían muy áridos, pero fui cambiando mi sentido estético con el tiempo y ahora me llegan profundamente. Si alguien dice algo malo de Canarias, en general, o de esta isla y de la capital, en particular, me siento insultada y me pongo furiosa. Uno nace donde lo nacen, pero uno arraiga donde quiere vivir.

Y no arraigó sola.

Mi novio de entonces, un madrileño que conocía del pueblo de mi padre [La Guardia, Pontevedra] y de la carrera en Santiago, también se vino, se enganchó y tuvimos dos hijos canarios. Los dos se quedaron en Madrid al terminar la carrera, el camino inverso, porque es más fácil encontrar trabajo allí. Mi hija [Neboa, niebla en gallego, Zozaya, también economista] va a recibir el premio, me da una rabia espantosa, porque ya tenía el billete sacado para dar clases durante un mes en una universidad china. Salgo mucho y mis amigos dicen que parece que vivo más fuera que dentro. En 2015 cogí 82 vuelos de Iberia, sin contar otras compañías, estoy de aquí para allá.

Docente universitaria en la isla desde antes de que existiera la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

A final de los 70, la Facultad de Empresariales pertenecía a la Universidad de La Laguna y llegó a ser de la ULPGC, en parte, gracias a todo el trabajo que hicimos desde los centros de la ULL en Las Palmas, profesores jóvenes y mayores, por conseguir una universidad genuina, propia. Montamos una comisión promotora con gente de diversos sectores liderados por Antonio Marrero, profesor universitario y también en La Caja, un economista de toda la vida. Tiraba del carro, pero estaban todas las fuerzas vivas de la sociedad, una amalgama, la burguesía que no quería depender de la isla de al lado. Se estaban montando universidades en casi todas las provincias de España y éramos la única ciudad de este tamaño que no tenía. Fue impresionante, una actividad frenética de la comisión, un proceso interesantísimo y de mucha solidaridad entre el grupo. Ahí estaban también Tristán Pimienta [Ángel, exdirector de LA PROVINCIA y actual presidente del Consejo Social de la ULPGC] o Toni [Antonio González] Viéitez, [Hijo Predilecto 2016]. Creo que la ULPGC fue la primera ley de iniciativa popular que prosperó, es una universidad conseguida gracias a un esfuerzo popular y no creada desde arriba.

Ahora se critica la desvinculación de sociedad y universidad.

Gracias a la forma de nacer, todavía conserva en su genotipo ese sentimiento de servir a la sociedad que la hizo posible, es un punto importante de esta universidad. Durante las primeras décadas, al menos, se notó en su forma de ser, por ejemplo, el Consejo Social era de los pocos de España que realmente tenía una función de conexión, que los trabajos académicos sirvieran a la comunidad. Todo evoluciona y llevamos años que, con la crisis económica, hay un problema de crecimiento por abajo importantísimo, envejece y no se repone con savia joven. Una universidad es innovadora y rompedora, si hay gente joven que tire con energía, o se acaba acomodando.

¿Y cómo se soluciona?

La única forma de arreglarlo es buscar financiación para meter gente joven, con criterios de capacidad y potencial. Fondos públicos, del plan nacional o proyectos europeos, y también privados. Por ejemplo, ahora están funcionando muy bien en el Reino Unido programas de doctorado entre la universidad y la empresa, que financia tesis que considera importantes por su tema y emplea a los doctorandos tres o cuatro meses.

¿Cuál es la salud de nuestra economía?

Estamos remontando la crisis en términos de crecimiento, pero hay dos problemas: las tasas de desempleo son brutales, intolerables para una sociedad avanzada ; y una distribución de la renta más desigual, malo para la economía, para el bienestar social y para la salud también. La gran causa de los problemas de salud es social, más que genética o metabólica.

¿Y cuál es la economía de nuestra salud?

Soy bastante optimista, no veo un deterioro muy tangible, aunque los recortes han afectado. Gracias a los profesionales, en parte, se ha salvado el sistema público y universal de salud, uno de los grandes logros de los españoles al que nadie está dispuesto a renunciar.

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