Era la primera gran restauración a la que se sometía la imagen de la Virgen de la Vega. La pequeña talla se ha podido datar en la segunda mitad del siglo XVIII, de un autor desconocido y de estilo barroco. Se encargó para ser expuesta en la ermita de la Cuesta de la Encarnación en la Vega Mayor de Gáldar, que con el tiempo desaparecería. Por este motivo, un vecino la guardó dentro de un saco en un alpendre, hasta que en el siglo pasado el entonces alcalde, Antonio Rosas, la traslada a las Casas Consistoriales, donde ha permanecido hasta ahora. Salvo, para la bajada en procesión que se realiza cada año desde 1994 en la festividad de Nuestra Señora de la Encarnación, para recordar la existencia de la ermita.
Debido a su estado, la Consejería de Cultura del Cabildo encargó a la Inés Cambril su restauración, que nunca se había realizado en profundidad. "Es una obra de gran valor, que estaba bastante deteriorada", según manifestó ayer la especialista, que estuvo tres meses trabajando sobre ella. Lo que menos podía esperar es la sorpresa que se encontró cuando estaba trabajando en uno de los pliegos del vestidos, y salió a relucir un papel, del que fue tirando con pinzas y haciendo uso de una linterna. Era un texto de apenas un centímetro. De esta forma saldría a relucir el hallazgo más curioso. "Descubrirlo fue una gran ilusión", añade, porque nadie se lo esperaban.
El autor había depositado diferentes legajos alrededor de la estructura interna formada por tres listones de madera en forma de pirámide, que pudieron localizar tras levantar la tapa que estaba debajo de la madera.
Los papeles fueron estudiados por el historiador Pedro Quintana. Y el resultado es que se incluyen fragmentos de una bula papal, de pleitos aduaneros de Andalucía, estudios de caligrafía, y la copia de un libro en latín. Quintana ha podido anotar en el cotejo de estos papeles varias fechas: 1680, 1720, 1753 y otra de 1758. De ahí que se haya podido dar ahora la talla en la segunda mitad del siglo XVIII, con referencias a localidades como Baeza y Antequera. Al parecer, se usaron para proporcionar los volúmenes de las vestiduras y el manto de la imagen.
Los fragmentos aparecen cortados a modo de libretos que fueron usados por el autor como libros de pan de oro y pan de plata. Los papeles fueron sometidos a un proceso de restauración en el mismo taller de la Consejería de Cultura que viene realizando la reintegración de los planos originales de Juan Negrín de la Guerra Civil Española, según el Cabildo.
La imagen, cuya cara y manos están talladas en madera policromada, y su vestimenta está realizada por telas estofadas, también policromadas, quedará expuesta ahora con su secreto ya desvelado y su mejor cara en la Sala Sábor de las Casas Consistoriales, hasta la celebración de las Fiestas de la Virgen de la Vega, que se celebrará en Gáldar el 11 y 12 de marzo. Será conservada en una urna de cristal.
