La reserva natural de las Dunas de Maspalomas sufre un grave "deterioro", casi en estado "terminal", que puede tener los días contados "si no se toman las decisiones oportunas". Por ello el Cabildo, que gestiona el espacio protegido, impulsó ayer en una reunión con hoteleros, vecinos y ecologistas un plan de "choque" para paliar los efectos negativos de la actividad humana sobre el icono más internacional de Gran Canaria. El sistema dunar pierde por la punta de Maspalomas 40.000 metros cúbicos de arena al año. La entidad insular estudia otorgarle una segunda vida a los sedimentos que desaparecen en el mar a través de Demarcación de Costas. La idea es reinyectar arena de la orilla de la playa en el naciente de las dunas.

Hace dos años que la junta rectora de las Dunas de Maspalomas, encargada de velar por la conservación del espacio, no ponía sobre la mesa una hoja de ruta para tratar de evitar que el espacio llegue a una situación "irreversible". Y eso que todos los agentes sociales que la componen: representantes del Gobierno de Canarias, el Estado, Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo, ecologistas, vecinos y hoteleros coinciden en la urgencia de elaborar un plan para prolongar el ciclo de vida de la gran joya turística de la Isla.

El consejero de Medio Ambiente del Cabildo, Juan Manuel Brito, quien denunció ayer la "dejadez institucional" que ha sufrido este enclave al menos desde 2002 cuando varias tesis doctorales ya advirtieron del avanzado estado de deterioro que presenta el paraje, pretende liderar un proceso de regeneración que implica más de una decena de actuaciones. Desde tareas de limpieza, vigilancia en la zona en colaboración con la Policía Local de Maspalomas, mejora de la señalización del espacio hasta la erradicación de especies invasoras que habitan en la Charca.

No se trata de "firmar un simple manifiesto", sino que cada administración asuma un compromiso concreto asociado a una determinada partida presupuestaria, ya que el Cabildo no puede asumir el coste total del plan de emergencia.

Por el momento una de las acciones que estudia el gobierno insular es reponer la arena que anualmente pierden las dunas mediante una "experiencia piloto" que reincorpora los sedimentos que se disuelven en la orilla en la zona de formación de las dunas.

La junta acordó celebrar una "cumbre social" el próximo 16 de septiembre que culmine con la elaboración de una memoria que especifique la estrategia que cada institución va a desarrollar en los próximos tres años para mantener con vida la reserva natural. El titular de Medio Ambiente del Cabildo espera que la batería de medidas que ayer se gestó en el seno del órgano consultivo comiencen su recorrido a finales de este año.