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Entrevista.

Pedro López:"La arquitectura efímera es más ligera, divertida y atrayente para el turista"

"Todavía queda mucho por renovar, sobre todo en aquellos casos que están más en manos privadas", manifiesta el arquitecto

El arquitecto Pedro López. JUAN CARLOS CASTRO

La charla que ha ofrecido en la Casa Condal de Maspalomas tiene un titulo sugerente: El sur de la arquitectura

Sí, aunque no sé si es lo que la gente puede pensar respecto al sur de la arquitectura. A partir de este concepto lo que propongo es hacer una mirada sobre las estrategias de la arquitectura efímera aplicadas al sur de la Isla, hablando de arquitectura y turismo, que pueden ser aplicables a los espacios turísticos, sobre todo a los espacios hoteleros, extrahoteleros, lo que serían los espacios libres y otros interiores también que tienen que ver con el uso de esos espacios turísticos. Es una línea de trabajo que dentro de las asignaturas que doy en la escuela me interesa mucho: la parte constructiva.

Juega con la palabra sur como lugar geográfico y como la parte a no olvidar de la arquitectura. El sur también existe.

Hablo de la parte de la arquitectura más de sol, no solo de turismo, sino incluso por el tema efímero podríamos hablar de economía, del contexto del sur con respecto al norte, esas estrategias que tienen que ver a veces más con la necesidad que con la capacidad técnica y que por lo tanto pueden ser interesantes en el trabajo que se ha realizado durante muchos años en acciones que pueden ser muchas veces urbanas, de elementos móviles, de estructuras ligeras, de materiales de reciclaje.

Lo que usted da es una charla participativa.

Más que una conferencia, se trata de una pequeña charla en la que hablamos sobre esa reflexión, lo que ha sido la producción turística hasta ahora, que se está haciendo mucha rehabilitación como vía de trabajo que me parece muy interesante.

Hasta ahora se han cometido errores en el urbanismo turís- tico, que ahora se están corrigiendo.

Sí, claro. Ahora parece que hay estudios jóvenes y se están trayendo nuevas formas de actuar dentro de los complejos hoteleros, también desde el punto de vista del diseño, pero así y todo queda un gran campo de trabajo, sobre todo en lo que sería la transformación del espacio de manera más rápida, de una temporada a otra incluso, que no se quede estático en el tiempo. Hay que ver que además la edad de los visitantes sigue siendo elevada, y si se quiere una explotación mayor de visitantes, se tienen que hacer espacios más divertidos y cambiantes.

¿Qué es lo que propone para el sur turístico?

Sin tanto esfuerzo económico, todas estas zonas libres, que hasta ahora en muchos casos siguen estando obsoletas, no se deben cambiar ni darles un remozado con soluciones antiguas y pesadas, sino haciendo otras más ligeras y cambiables en el tiempo. No hablamos de un concepto constructivo de cambiarlo por una tarima, sino de actuaciones que entroncan con la arquitectura efímera más artística, de forma que a partir de ahí, de ese concepto, se puedan sacar nuevas actuaciones.

Quiere acabar con el quietismo, con el urbanismo estático.

La idea es hacer espacios más cambiables en el tiempo de una forma más rápida. Incluso en la misma temporada, proponer formas distintas de ver esos espacios libres que tenemos, que son fantásticos, pero que en muchas ocasiones puedes ir a un sitio y veinte años después lo ves igual, por mucho que se haya cambiando el material del suelo.

¿Qué sobra y qué falta arquitectónicamente en el sur turístico?

Yo creo que todavía queda mucho por renovar, sobre todo en aquellos casos en los cuales están más en manos privadas que de grandes cadenas, que parece que sí están haciendo un esfuerzo por reformar la planta alojativa. Yo creo que también hay un esfuerzo más común que va por moder- nizar la imagen en general del espacio turístico, tanto el de residencia como el espacio público. El espacio público deja bastante que desear.

Hay zonas turísticas que han quedado obsoletas porque la arquitectura ha cambiado radicalmente en las últimas décadas.

Ya lo sabemos. El urbanismo ha decaído en los últimos quince años. Al final se han hecho algunas acciones pero eso es harina de otro costal. No pretendo ser un profundo conocedor del asunto ni meterme en camisa de once varas.

¿Dónde hay que hacer una actuación radical?

Si hablamos de cómo está el espacio, hay zonas como el acceso a la playa de San Agustín, al que habría que meter mano en profundidad. Sinceramente no sé si hay algún plan, pero hay una obra fantástica de Manuel de la Peña que está como está. Eso es así pero, claro, es realmente complejo. Yo lo que propongo es una pequeña aportación, muy modesta, de algo que puede ser una arquitectura más divertida, más ligera, más liviana en todos los sentidos, y que sea algo atrayente para el turista.

Ahora mismo se está debatiendo el plan general del sur, la ley del suelo y el conflicto que hay entre los apartamentos para uso residencial o turístico.

Yo no conozco en profundidad el asunto. No me he leído la ley y es muy difícil opinar de estas cuestiones si no las conoces en profundidad. Lo digo con conocimiento de causa porque cuando en la actividad profesional he tenido que emitir opiniones al final tienes que conocer las leyes para hacerlo. Al final hay que llegar a un entendimiento. El espacio turístico se produjo como se produjo, también con la colaboración de entes privados y demás, y habrá que llegar a un entendimiento con ellos. Hay que leer la letra pequeña. Si tenemos un corsé a la nueva producción de espacios turísticos y lo que queremos es rehabilitar, algo habrá que hacer. Si seguimos en la misma quietud durante muchos años no sabemos lo que puede pasar, sobre todo ahora que estamos en época de vacas gordas, aunque de forma coyuntural. Cuando los otros destinos competitivos vuelvan a tener viajes, nosotros tendremos que proponer otras alternativas.

Usted apuesta por la arquitectura efímera en el urbanismo turístico.

La idea es sentar estrategias de arquitectura efímera en espacios turísticos. Ese sería el resumen de mi charla. El concepto de arquitectura efímera es muy difuso para mucha gente. En realidad une varias disciplinas, desde la más artística a la más puramente arquitectónica, pasando por otras muchas, desde un mobiliario especial y específico hasta cosas que no tienen que ver con lo físico, como espectáculos de luz y de sonido. Todo eso se considera arquitectura efímera. Esas estrategias pueden ser aplicadas al espacio turístico para recualificarlo, eso sería lo interesante.

¿En dónde se centraría más?

En este caso yo me centraría más en los espacios hoteleros y de residencia, no tanto en los espacios públicos; qué se podría hacer en cada uno de esos complejos para aplicar esas estrategias y ver qué beneficios se puede sacar. Pero tampoco tienen que ser imágenes de arquitectura propiamente dichas, sino una reflexión a partir de la cual se vea lo que se puede aportar a esta situación.

En Europa y en otras partes del mundo ya se lleva tiempo aplicando este concepto de arquitectura efímera.

Sí, todos estos conceptos de arquitectura efímera se están usando en Europa y también en España desde hace muchos años. Otra cosa es que específicamente tenga que ver con una estrategia común en turismo. En esto no hay nada generado, no existe una disciplina al respecto. Pero lo que es producción de arquitectura efímera en acciones urbanas, en eventos de gran tamaño, construidos pero con una duración limitada, ahí hay mucha documentación y referencias.

Todo eso se puede aplicar no solo en el sur turístico, sino también en la capital grancanaria.

Sí, por supuesto, sería muy interesante pensar en ello porque al fin y al cabo cuando estamos viendo una carpa construida es un ejemplo industrializado de lo que puede ser algo similar de una arquitectura efímera. Lo que pasa es que esa arquitectura efímera también se puede diseñar ex profeso para un lugar.

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