Las relaciones entre los empresarios isleños y el Cabildo de Gran Canaria están en tensión. El problema surgió a raiz de que el sábado pasado este periódico publicara las impresiones de hombres de negocios de la Isla sobre la situación de parálisis que perciben en le Cabildo y advirtieran del riesgo de que esta se perpetúe. La razón a la conclusión a la que han llegado los empresarios y su preocupación estaría en la continua fricción entra la institución insular y el Ejecutaivo regional.

Por su parte, el presidente del Cabildo, Antonio Morales, quien niega estar enfrentado al Gobierno regional, consideró que la información de este periódico era una manipulación y así lo divulgó en Facebook. Sin embargo, tanto desde el Círculo de Empresarios como desde la Confederación Canaria de Empresarios surgieron voces para demandar mayor liderazgo inversor al Cabildo.

La presunta invención que dejaba de serlo provocó la reacción del presidente. Al conocer las quejas, canceló una reunión con la patronal. Hasta el jueves no llegaría la reconciliación, en la inauguración de una fábrica de tabaco en la ZEC. El presidente del Cabildo y el de la CCE fumaron la pipa de la paz y se fundieron en un abrazo.

Todo paracía solucionado, pero el viernes, los grandes ausentes de la ceremonia de entrega de Honores y Distinciones a las 16 personas galardonadas este año por su consideración de ejemplares. Probablemente todos tendrán excusas.