Una veintena de expertos en geología de Gran Canaria, que participaron en unas jornadas de campo en Arguineguín, organizadas por el Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, propone el turismo etnográfico como alternativa al tradicional de sol y playa en las islas. Los técnicos de medio ambiente y patrimonio de empresas públicas y privadas profundizaron en asuntos de geología ambiental y patrimonio de la isla.
"¿Te imaginas disfrutando de la brisa marina, a la sombra de una palmera, en una playa inmensa y solitaria?", se preguntaron los geólogos participantes en las jornadas que versaron sobre 'El patrimonio geológico de la Macaronesia' y contó con participación internacional. Así debieron ser muchos tramos de costa grancanaria a lo largo del Pleistoceno, coincidiendo con los periodos de máximo glaciar. Al menos esa es una de las conclusiones de las jornadas.
La jornada final se desarrolló a modo de paseo peripatético en un ambiente informal, al más puro estilo de la escuela aristotélica. Por turno, los catedráticos José Mangas, Ignacio Alonso Bilbao y Alejandro Lomoschitz sometieron a crítica sus hipótesis geológicas. "El tribunal estaba formado por una pléyade de jóvenes investigadores y avezados profesionales del gremio, que actuaron como abogados del diablo, disparando una batería de preguntas a diestro y siniestro, hasta consumir las existencias de cartuchos", señala el geólogo y profesor de la ULPGC Jorge Yepes.
Se repasaron temas calientes como el registro estratigráfico del volcán Tejeda o los vestigios de la gran explosión que destruyó el volcán Roque Nublo, pero también se abordaron cuestiones más amigables como el de las dunas rampantes que salpican la exclusiva playa de Pasito Blanco o la bucólica de Montaña de Arena "unos enclaves en los que el relieve actual parece ser una herencia de tiempos remotos en los que el mar se encontraba replegado varias decenas de metros y la arena, azuzada por el viento, penetraba con eficiencia tierra adentro, salvando los obstáculos topográficos", afirma Yepes. Los expertos estuvieron en tres afloramientos característicos de la isla con el objeto de promover otras opciones turísticas que complementen a las que ya existen. "Las actividades que se hace en el sur están muy bien ya que se desarrollan en torno a los grandes hoteles, donde hay actividades acuáticas en las principales playas, sobre todo en el uso de la motonáutica. Pero falta una cosa que nos han hecho llegar los colegas europeos, y es una documentación que permita hacer un turismo de toque cultural y formativo para los días que no hay sol en la playa", señala el geólogo.
"La gente echa en falta eso, según nos han dicho los geólogos de Alemania o Inglaterra, compañeros nuestros que trabajan en vulcanología. Echan en falta que en Gran Canaria no haya una documentación que permita al turista aproximarse a los volcanes de las islas para complementar la oferta de sol que ya existe para esos días que son los más abundantes, pero que permitiría rellenar ese espacio que existe a veces, que son esos días malos y nublados y en los que la gente quiere ir en busca de lugares con un gran atractivo etnográfico, buscar restos prehistóricos o yacimientos arqueológicos, y no encuentran una explicación clara al origen volcánico de la isla", añade el organizador de las jornadas.
"Hemos aprovechado esa su-gerencia para documentar bien y caracterizar algunos puntos de interés que recogen una gran parte de la historia geológica de las Islas, en concreto un punto situado en la cantera de Arguineguín que utiliza la fábrica de cemento que está allí ubicada. En la cantera que utiliza hay un corte geológico muy grande en el que se aprecia perfectamente el registro de un largo periodo de la historia geológica de la isla, sobre todo a la primera etapa, al período que iría entre hace 12,5 millones de años y 3,5 millones de años".
Secuencias
En esa franja los cortes que se han practicado en esa cantera para la explotación de los áridos permiten observar uno de los estratos más antiguos de las islas, y que cuenta la historia en la que se han ido alternando períodos de erosión con períodos de actividad volcánica. "Por eso se pueden ver restos del gran desastre que se produjo como consecuencia de la explosión del volcán Roque Nublo. Allí se aprecian perfectamente grandes trozos de las laderas del flanco del volcán, que están incrustadas en medio de la secuencia estratigráfica".
"Los retos de las reuniones que tuvimos han estado dirigidos a intentar difundir y divulgar, con un lenguaje que llega a la gente, esas etapas tan emblemáticas de la historia de nuestra isla para hacerla mas atractiva y para que resulte también un factor turístico que potencie nuestro archipiélago, en concreto Gran Canaria. Esto se circunscribe en un gran proyecto que pretende caracterizar todos los puntos más emblemáticos del patrimonio geológico de Canarias".
Para corroborar las hipótesis de unos tiempos no vividos por ninguno de los asistentes, se echó mano de las huellas del 'Strombus Bubonius', que salpican la rasa litoral, una plataforma rocosa que emerge durante la marea baja y que no es otra cosa que los restos de antiguas playas de cantos y bloques cementados con carbonatos naturales. Estas rasas guardan un tesoro del registro fósil que custodia el Archipiélago canario. "Este discreto gasterópodo marino al que nos hemos referido, estudiado por un investigador canario -el profesor Joaquín Meco- permite definir las variaciones que ha experimentado el mar a lo largo de su historia geológica, tanto por lo que se refiere al clima como a la posición de la línea de costa".
