¿De qué trata su conferencia?
Trata sobre un tema bastante polémico dentro del mundo musulmán, porque el islam es mucho más que una religión. Es una forma de vida. Debemos de tener en cuenta que el islam comenzó en un lugar concreto, geográficamente limitado, en las ciudades de la Meca y Medina en la Península Arábiga. Por lo tanto a los primeros musulmanes les era muy sencillo saber cuándo tenían que celebrar las festividades religiosas, algo que se ha complicado cuando la fe islámica se fue extendiendo por todo el planeta.
¿Cuál es esa complicación?
El calendario islámico es lunar, por lo que para saber en qué fecha caen las festividades más importantes que los musulmanes tienen que celebrar en comunidad, hay que observar la luna. En los orígenes del islam, cuando sólo se practicaba en la Meca o Medina no había ningún problema, pero desde que esta fe se extendió, los musulmanes tienen diferentes experiencias astronómicas cuando observan la luna para tratar de saber cuándo celebrar sus festividades en cada país. El resultado es que una ocasión que se tiene que celebrar al unísono, se festeja en días diferentes según el estado. Si a esto añadimos que otros países usan métodos matemáticos en vez de astronómicos, el resultado es que una misma festividad se celebra en fechas diferentes.
¿Pero no se suelen celebrar estas fiestas según lo dictan países como Arabia Saudí?
Sí, porque Arabia Saudí a través de su financiación de mezquitas y centros islámicos alrededor de todo el mundo influye en otros países para que celebren las festividades islámicas la misma fecha que ellos. Esto tiene como resultado que haya comunidades, como por ejemplo los musulmanes canarios, que celebran la misma festividad en días diferentes, complicándolo todo aún más.
¿No existe una oposición a esta influencia saudí?
La hay, pero no lo bastante fuerte, porque la Comisión Islámica Española tiene muchos centros dependientes de Arabia Saudí, que debido a la capacidad económica de ese país suelen ser más grandes que las denominadas mezquitas-garaje, por lo que son más apropiadas para la celebración de las festividades islámicas al tener más espacio para poder albergar a las muchas personas que visitan los templos islámicos esos días. Estos centros celebran las festividades las mismas fechas que en el estado de Arabia Saudí.
¿Cuál es la solución?
La que expondré un mi conferencia, en la que en primer lugar explicaré cual es el método científico y luego los criterios religiosos recogidos en la tradición islámica respecto a cuándo comienza el mes lunar. Finalmente animaré a los musulmanes a que ciertos días del mes salgan a la calle y levanten la vista para mirar al cielo y comprueben por sí mismos si pueden ver la luna. Con esa experiencia, que puede ser muy interesante y bonita, intentaré enseñar a los musulmanes presentes a guiarse por ellos mismos y no tener que seguir el dictamen de otros. Es como si tuviéramos que esperar a que nos digan que ha amanecido, cuando eso es el algo que puede comprobar cualquiera.
Esto va en contra de lo que los musulmanes canarios están acostumbrados.
Puede ser, pero mi propuesta es sencilla, y llama a fijarse en las fuentes musulmanas para hacer las observaciones como se hacían en la época del profeta, que es realizarlas localmente para así no depender de ningún otro país. De esta manera se celebrará en diferentes días, porque al igual que ocurre en los países cristianos con la Navidad el día 25 no es el mismo en un país del planeta que en otro que se encuentre en las antípodas, y sin embargo es algo que no provoca ningún problema.
Pero su conferencia incluirá la explicación de los cálculos astronómicos para conocer esas fechas.
Efectivamente porque con los métodos actuales podemos prever el día en que se celebrarán las fiestas, porque se puede saber perfectamente de aquí a 25 años cuando será luna llena o plenilunio. La astronomía es una ciencia exacta con la que se puede conocer con total seguridad la posición de los astros a través de cálculos matemáticos que se realizan con algoritmos y se introducen un ordenador, con lo que se sabe con absoluta certeza cuando caerán esos días islámicos festivos.
¿Cómo un periodista audiovisual convertido al islam se interesó por estos temas?
Todo comenzó cuando en el 2010 el Aid al-kabir (en árabe la gran fiesta) también llamado Aid al-adha (la fiesta del sacrificio), la festividad más importante del calendario islámico, se declaró día festivo en Melilla. La medida fue un hito porque se reconocía que se debía reconocer como día no laborable una festividad islámica, para que los musulmanes, que suponen la mitad de la población melillense, tuvieran al menos una fiesta reconocida, en este caso la más significativa, en medio de tantas festividades cristianas.
¿Qué problema presentaba la celebración de esa festividad?
El inconveniente era que el corporativo local tenía que comunicar en septiembre al Ministerio de Administraciones Públicas los días que iban a ser festivos en la ciudad, porque se tiene que controlar los calendarios para arreglarlos conforme a las festividades que se celebran anualmente. Por lo tanto un año antes se tenía que comunicar al gobierno el día en que caía el Aid al-kabir. Entonces como miembro del Consejo Internacional de Avistamientos Lunares y la Liga Mundial del Creciente me presenté a la Liga de la Comunidad de Melilla para comunicar fehacientemente la fecha en la que se celebraría.
¿Y siempre ha acertado?
No me gusta la palabra acertar porque no consiste en una apuesta, de lo que se trata es de saber: Es como intentar saber cuándo amanecerá pero en este caso calcular las fases de la luna, que es algo a lo que la gente no está acostumbrada pero los astrónomos sí.
