La propuesta está al alcance de personas con poca movilidad y quienes sufren alguna discapacidad. Pero, a su vez, para cualquier amante de las experiencias nuevas y del turismo alternativo. Simon Heske presentó ayer en el marco de las Jornadas Norte Emprende su proyecto en el que se puede ver desde el suelo con unas gafas especiales la panorámica real que les llega desde un dron (pequeña aeronave no tripulada). "Volar sin despegar del suelo", esa es la apuesta promovida por al empresa Libelusfly, en el que está involucrada también Maku Aguilera.
La naturaleza es la base y el cielo el medio de visión. Pero la idea ha tenido que sortear una serie de restricciones. La primera, la que impone el tener que volar fuera del radio de influencia del Aeropuerto de Gran Canaria (15 millas náuticas), además de las aéreas urbanas y siempre de día. Y esto sólo se cumple a partir de la costa de Bañaderos, en Arucas, por lo cual el Norte es el lugar ideal para su puesta en marcha.
Los vuelos tienen una duración de casi un cuarto de hora, y puede ser seguido de momento por ocho personas, con una elevada calidad de emisión. Y cuenta con un traductor de inglés, alemán y español.
El licenciado en Economía del Turismo y Máster Internacional de Turismo recalca que los pilotos tienen la titulación para dirigir estos aparatos. Incluso, buscan a nuevos expertos con conocimiento de idiomas para proseguir con su crecimiento.
De momento la oferta se ha iniciado en el casco de Moya, aunque trabajan para realizar excursiones temáticas a yacimiento.
