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Cabildo Los nuevos proyectos turísticos

Riu pide a Morales que saque el Oasis de los juzgados y permita la renovación

La empresa reclama a los grupos políticos del Cabildo que retiren el veto a su nuevo hotel - Avisa que mantendrá el negocio aunque no le dejen reformar

Agueda Borges, abogada de la cadena Riu, ayer en Las Palmas de Gran Canaria.

La cadena hotelera Riu reclamó ayer al presidente Antonio Morales y a los grupos políticos del Cabildo de Gran Canaria que saquen el conflicto del Oasis de Maspalomas de los tribunales y busquen una solución con todos los operadores y propietarios de esa zona turística, pues considera que insistir judicialmente en la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) solo conseguirá paralizar la renovación hotelera y las inversiones.

Águeda Borges, abogada de Riu y vicepresidenta de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la provincia de Las Palmas, aplaudió que Morales tome la iniciativa para intentar resolver la situación del Oasis mediante el diálogo y aseguró que no existe ningún impedimento jurídico ni administrativo para que el Cabildo y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana resuelvan de forma favorable las autorizaciones para reformar el hotel Oasis Maspalomas conforme al nuevo proyecto presentado el pasado 22 de febrero. Sin embargo, también advirtió de que Riu mantendrá abierto su viejo establecimiento si no se le permite reformarlo.

Ante la moción del grupo Unidos que se debate hoy viernes en el Pleno del Cabildo, en la que el partido del expresidente José Miguel Bravo de Laguna propone que se mantenga el recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo del Gobierno de Canarias que denegó el BIC, Águeda Borges pidió a los consejeros insulares que busquen una solución política para desbloquear las inversiones pendientes en el Oasis y responsabilizó a la empresa Lopesan de la parálisis y deterioro de esa área turística del sur de la isla.

Argucias

"La moción de Bravo de Laguna es un remake de lo que no le salió bien en el pasado mandato, forzando argucias políticas, y estoy completamente segura que no hay un solo político en la isla, salvo el señor Bravo de Laguna por lo que parece, que no esté harto del asunto del Oasis; seguro que hay muchas más cosas importantes en la vida pública que el simple hecho de que se derribe un hotel viejo y se construya uno nuevo", comentó la abogada de Riu.

Ante la incertidumbre sobre qué votarán hoy el gobierno tripartito de Morales y la oposición del PP, Borges propuso "acabar con las argucias políticas y llegar a un acuerdo con los operadores turísticos del Oasis", pues opinó que el expediente del BIC que inició el anterior gobierno de Bravo de Laguna "no es más que una operación urbanística que pretende erradicar ciertos usos turísticos en esa zona, pero no para que sea un jardín del Edén, sino para promover otros usos comerciales que le interesan a cierto empresario".

"No sé lo que va a a hacer el Cabildo, pero si se aprueba la moción de Bravo de Laguna para no descabalgarse del proceso judicial vamos a estar paralizados durante un montón de años. Si eso es lo que quiere el Cabildo, eso es lo que va a tener Gran Canaria: una importantísima zona turística vieja, obsoleta e inmovilizada", apuntó.

"Si el presidente actual -añadió- lo que nos está pidiendo es que nos sentemos en una mesa de negociación para ver las propuestas y valorar las mejores soluciones, ésta no es la mejor manera de empezar". Al respecto, Borges resaltó que Riu "ya ha hecho sus deberes, le ha hecho caso a todo el mundo, ha cambiado el proyecto y se ha doblegado a bajar las alturas del hotel a pesar de que el anterior diseño estaba perfectamente ajustado a la legalidad".

El nuevo proyecto, recordó la representante de Riu, es un establecimiento de cinco estrellas, con la máxima calidad, para mantener todos los puestos de trabajo que existen actualmente y que sea rentable. "El hotel se levantará sobre una parcela de 56.000 metros cuadrados, sin ningún problema jurídico sobre la propiedad, y con un total de 450 habitaciones, menos de las que se pueden hacer", dijo.

En respuesta a la empresa Lopesan, que criticó al Gobierno de Canarias por declarar el nuevo hotel de Riu como una inversión estratégica para el Archipiélago, Borges sostuvo que "se ha llegado a esta triste y esperpéntica situación, tanto para las administraciones públicas como para las empresas hoteleras, porque lo provocó don Eustasio López".

"Desde que Lopesan se enteró de que el Cabildo nos había dado la autorización para renovar el hotel, promovió que la institución insular instara el BIC y se paralizara nuestro proyecto, y luego se fue al Ayuntamiento para que nos suspendiera las licencias de derribo y construcción; hasta entonces nadie había dado importancia al paso de Colón por Maspalomas, porque hay que recordar que el Cabildo anterior pidió un BIC con fundamentación histórica", recalcó.

En referencia a unas declaraciones de Bravo de Laguna, ayer a la cadena Ser, en las que consideró que el paso de Colón por el Oasis es uno de los hechos históricos más relevantes de Canarias, Borges reiteró que "si por estar medio día en Maspalomas para coger agua hay que crear un BIC y frenar el desarrollo turístico de toda una isla, qué habrá que hacer en Gando o en La Isleta, donde Colón recaló en varias ocasiones y durante muchos días".

Tras asegurar que Lopesan pretendió comprar a Riu el hotel Oasis, "incluso a través de la prensa", Borges consideró que el conflicto "no es más que un enredo de Lopesan, porque ni el Cabildo ni el Ayuntamiento de San Bartolomé tienen ningún problema jurídico ni administrativo para resolver favorablemente los proyectos que le presentó Riu el día 22 de febrero.

"Todo esto -insistió- no es más que un problema político y deben ser los políticos los que lo resuelvan, pueden hacerlo de acuerdo con los propietarios y los agentes turísticos o continuar por la senda del BIC y todo el rastro que ha dejado, incluida la investigación que abrió la Fiscalía Anticorrupción".

Ante la posibilidad de que el conflicto judicial se prolongue hasta llegar al Tribunal Supremo, la representante de Riu fue tajante: "Nos quedaremos con los hoteles viejos, pero no nos iremos de nuestra propiedad en el Oasis". Por tanto, según Borges, "aprobar la moción de Bravo de Laguna no parece una acción compatible ni coherente con las manifestaciones del actual gobierno insular de Antonio Morales, que está proponiendo una mesa para el diálogo y entendimiento en busca de una solución de futuro a la urbanización turística del Oasis".

A su juicio, eso solo se podrá conseguir "conforme a la normativa actual, cumpliendo la ley para dar la necesaria seguridad jurídica a todos los agentes, los propietarios y los inversores, tanto en esta zona como en el resto de la Isla". Por contra, según Borges, si se mantienen los procedimientos judiciales, "el único resultado será el inmovilismo, la paralización de una importante zona hotelera de Gran Canaria, la pérdida de centenares de puestos de trabajo y la pérdida de cuota y de posicionamiento en el mercado turístico mundial".

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