Gáldar pondrá en información pública su nueva ordenanza de uso del litoral, herramienta que le permitirá agilizar las denuncias a aquellos infractores que ponen en peligro a los demás usuarios de las playas, como el creciente tráfico de motos de agua en las zonas de baño y buceo de Sardina.
El Ayuntamiento de Gáldar ha aprobado de forma inicial su ordenanza de uso y disfrute del litoral, un texto que se expondrá durante 30 días para recibir las aportaciones de los ciudadanos, y con el que se regula, entre otros, el tránsito de las motos de agua en lugares como Sardina, donde un pequeño grupo de usuarios está poniendo en peligro a bañistas y, especialmente, a buceadores.
Según la normativa, que se ajusta a la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, este tipo de vehículos no pueden navegar a menos de 200 metros de las zonas de baño ni a menos de 50 metros de la línea de costa, y además deben respetar una velocidad de salida y entrada a la zona de varadero de tres nudos, unos extremos que no se cumplen en muchas ocasiones dentro de una zona litoral en la que, en días de mayor concentración, se pueden encontrar hasta 70 buceadores a la vez.
Uno de los monitores de los siete clubs de buceo legales que ofrecen bautizos de mar, cursos e inmersiones en grupo afirma que lo que ocurre en Sardina, supone un comportamiento de lo más extraño que no he visto en ningún otro lugar del mundo", como el protagonizado esta misma semana por un individuo que se colaba hasta la arena de la playa para volver al mar a toda velocidad saltando las olas.
Además de estas maniobras, que a partir de ahora pueden ser denunciadas por la Policía Local o la Guardia Civil con mayor agilidad gracias a la nueva ordenanza, también se pueden ver grupos que con cada vez mayor asiduidad utilizan las boyas de fondeo de las otras embarcaciones a modo de circuito para montar carreras, o bien ofrecer exhibiciones de 'derrapajes' o hacer cabriolas en el espacio restringido.
Varios buceadores relatan cómo oyen y ven las motos pasar por encima de sus cabezas, una peligrosa situación sobre todo para aquellos alumnos que hacen sus primeras inmersiones y que en un momento de apuro, como explican, tienden a salir del mar de una manera incontrolada.
Este tránsito es creciente y ya el pasado verano la policía local, según informa el Ayuntamiento de Gáldar, tuvo que apercibir a varios 'motoristas' por este tipo de acciones, pero a partir de ahora, y tras remitir la correspondiente sanción a Capitanía General, organismo encargado de sancionar, los infractores se enfrentarán a multas que oscilan entre 1.500 y 3.000 euros, puesto que navegar a más velocidad de la permitida o dentro de la zona prohibida es considerado como una infracción muy grave.
Pero además de estos límites de velocidad y espacio, las fuerzas de seguridad tienen el deber de denunciar que los pilotos tengan el chaleco obligatorio, cuya falta supone 1.000 euros de multa, así como que estén en posesión de un seguro de responsabilidad civil; tener el título de Patrón de Moto Náutica; llevar a bordo la Licencia de Navegación y el recibo de la prima del seguro.
Por último, se debe tener más de 18 años para poderlas manejar o 16, siempre que se tenga el consentimiento por escrito de los padres o tutores.
