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San Bartolomé de Tirajana

Los vecinos de Fataga piden que la casa de la cultura se convierta en tanatorio

La falta de instalaciones adecuadas obliga a los habitantes a recurrir a técnicas caseras para velar a los difuntos en el centro intergeneracional del pueblo

Los vecinos de Fataga piden que la casa de la cultura se convierta en tanatorio

Los vecinos del pueblo de Fataga han propuesto al Ayuntamiento convertir la antigua casa de la cultura, "cerrada desde hace cerca de una década", en un tanatorio. La falta de un espacio adaptado a la normativa medioambiental y sanitaria que requiere este tipo de prácticas obliga a los habitantes a velar "de forma casera" a los difuntos en el centro intergeracional. El consistorio busca la fórmula para dotar al barrio de un lugar habilitado para este uso.

El pasado jueves el concejal de Nueva Canarias, Samuel Henríquez, se hizo eco de una de las "reivindicaciones históricas" del barrio de Fataga. El pueblo, ubicado en la ruta turística que une Maspalomas con Tunte, cuenta entre sus infraestructuras con cementerio y ermita. Sin embargo, carece de tanatorio. Los familiares y amigos de los difuntos de la zona deben desplazarse 15 kilómetros hasta Maspalomas u ocho hasta Tirajana para despedirse de su ser querido hasta la celebración del sepelio.

Sin embargo, en "ocasiones excepcionales", como ocurrió hace apenas unos meses, los vecinos han atribuido a una sala del centro intergeneracional la función de capilla ardiente. Sin embargo, son conscientes de que esta iniciativa "no procede" y reclaman un inmueble que se pueda habilitar en exclusiva para este tipo de necesidades. La antigua casa de la cultura, construida en 1980, reúne todas las papeletas para convertirse en el lugar idóneo.

La propuesta vecinal, que valora el consistorio desde hace unos meses, implica adaptar el espacio a la normativa medioambiental y sanitaria autonómica. De tal manera que el proyecto incluye la instalación de un sistema de refrigeración que mantenga a una temperatura de entre cero y cinco grados la sala de exposición del cadáver y de entre 15 a 18 la sala de prácticas mortuorias. Según el presidente de la asociación de vecinos, Noé Armas, la casa de la cultura cuenta con dos salas que podrían destinarse a este fin. "Solo habría que colocar una vidriera y la cámara de conservación". La inversión necesaria para esta obra "no superaría los 20.000 euros", señaló.

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