Los defensores de las cabras asilvestradas han solicitado al Cabildo de Gran Canaria que paralice las matanzas y "cualquier otra forma de agresión a los animales" hasta que se llegue a un consenso sobre los pasos que se deben seguir para evitar que perjudiquen las repoblaciones forestales. En un nuevo escrito dirigido al presidente de la Corporación, Antonio Morales, varias asociaciones del salto del pastor y de la lucha del garrote exponen que "debe erradicarse la matanza de cabras en el noroeste de Gran Canaria tras haberse desarrollado un ataque muy agresivo a un uso tradicional vinculado al mundo de los pastores".

El escrito, firmado por Ramón Martín y respaldado por los clubes Sabor Canarii, Jaira, Humiaga, Gariruquial Arehuc y Arsagay, critica que "la falta de un método consensuado, adecuado, interdisciplinar y diseñado en tiempo y forma ha provocado multitud de errores" que, a su juicio, carecen de "rigor legal". Entre los siete errores señala la matanza de cabras pinoleras con disparos de caza mayor, a sabiendas de que en Gran Canaria está prohibida desde hace años; dejar las cabras muertas o moribundas en el entorno, también prohibido por la legislación vigente; escasa comunicación en la búsqueda de soluciones en las que no se agreda a los animales; o desarraigo de una tradición muy asentada en la zona durante generaciones.

Ante ello, estos colectivos proponen "dejar de cazar o agredir a las cabras" y "aprender de las experiencias que se han llevado a en otros espacios naturales sin una intervención humana tan agresiva y discordante con la educación que se promueve en la sociedad canaria, sobre todo en los jóvenes y niños". También plantean "realizar apañadas en las que se cuente con una coordinación oportuna y eficiente con el colectivo del salto del pastor, aportando los recursos disponibles por el Cabildo".

"La cabra pinolera", añade el escrito, "es también una especie autóctona, doméstica, como cualquier otra de las ya reconocidas en nuestra región; la ley la protege y tutela". Por último, se reprocha al Cabildo que a la hora de evaluar la situación de las cabras se haya contemplado exclusivamente el punto de vista de técnicos y responsables pertenecientes al ámbito de la flora canaria, dejando de lado aspectos que respeten este animal. Además, rechaza que se compare a la cabra pinolera con las serpientes de California, las ratas o las ardillas africanas.