"No podemos obviar la gravedad de las acusaciones vertidas y el atentado contra la acreditada integridad profesional de los compañeros, debiendo mostrar nuestra más absoluta y enérgica indignación con el trato dispensado a estos compañeros a los que se ha situado en una situación de total indefensión y, a los que, en la representación que ostentamos, ofrecemos todo nuestro apoyo". La Junta de Personal del Ayuntamiento de Teror reprende a la alcaldesa, Isabel Guerra (Nueva Canarias), por los ataques a varios altos funcionarios involucrados en la tramitación de una licencia urbanística de reformado de una vivienda unifamiliar al que dieron su visto favorable, y que ha puesto al grupo de gobierno a borde de la ruptura tras la decisión unilateral de la regidora de llevar el expediente a la Fiscalía para evaluar posibles irregularidades.
La crisis política en Teror sigue en su máximo nivel de tensión. El concejal de Urbanismo, Juan Gregorio Trujillo (PP), reconocía ayer que las líneas de comunicación con la alcaldesa y socia de gobierno siguen cortadas, a la espera de que le ofrezca unas explicación al portavoz de su partido, José Luis Báez, tras convertir un problema que considera técnico en un desencuentro político.
El edil reitera que la licencia de reformado cuenta con el visto bueno de un arquitecto del Cabildo, de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural, y hasta de la empresa Gesplan del Gobierno de Canarias, además de sus técnicos. Y, además, una vez se quedó sobre la mesa, ha vuelto a pedir que se ratifiquen en sus conclusiones, tal y como publicó ayer este periódico
En este ambiente de ruptura política, la Junta de Personal del Ayuntamiento de Teror ha firmado un escrito en el que recrimina la actitud de Isabel Guerra contra sus compañeros. La representación sindical señala que sus acusaciones "constituyen de por sí una gravísima falta al honor e integridad profesional que no debemos pasar por alto". A esto se suma que se hayan dado a conocer sus nombres y apellidos, lo que "constituye un ataque hasta ahora nunca visto". E insisten en que "no ha sido un hecho aislado", ya que en este año se han repetido las quejas por comentarios en los que se les amenaza con ceses, "quitar productividades" y "cortar cabezas". Todo esto, añade, "no ayuda a que exista un ambiente de trabajo que permita el adecuado ejercicio de nuestras funciones".
Mientras, el secretario insular del PSOE, Ángel Víctor Torres, negó ayer que existan conversaciones con Nueva Canarias o con el Partido Popular para conformar un nuevo gobierno en Teror. En cambio, la alcaldesa Isabel Guerra había declarado el martes que existían movimientos extraños y contactos entre el PP y los socialistas, que rechazaron fuentes populares, si bien apuntaron que todo pudo haber sido un diálogo de pasillo. El dirigente del PSOE señala que esperarán para ver cómo evoluciona la situación interna. Torres insistió ayer en que su partido fue el más votado en las últimas elecciones municipales en Teror, pese a lo cual Nueva Canarias le dio la espalda a una alianza entre ambas fuerzas y optó por el Partido Popular, gracias a que le garantizó una Alcaldía a tiempo compartido en este mandato. Torres sí pidió explicaciones a los socios de gobierno por la tensión que existe en las oficinas municipales, que amenaza con bloquear la actividad municipal.
