El Partido Popular (PP) en la oposición calificó ayer como un paso "importante" que el Cabildo de Gran Canaria no siga realizando batidas para acabar con las cabras asilvestradas en la Isla, por el daño que generaban para la flora en espacios protegidos, y autorice en cambio las apañadas como medio de control, a pesar de que fue en el mandato anterior con su partido en el gobierno insular cuando se inició esta medida de control.

El PP critica que la Consejería insular de Medio Ambiente haya anunciado que autorizará las apañadas por parte de voluntarios sin tener definidos aún los requisitos para obtener el permiso, lo que, a su juicio, supone trasladar toda la responsabilidad a las personas que se han mostrado dispuestas a capturar vivas las cabras sin colaboración del Cabildo.

El portavoz del PP en la corporación, Felipe Afonso, ha considerado que el cambio de criterio por parte de su presidente, Antonio Morales (NC), "demuestra una vez más" que sus argumentos para "justificar la cruel matanza de cabras con armas de fuego eran falsos, y que su único propósito era enterrar como fuera una polémica desfavorable a sus intereses políticos".

Los populares creen que, pese a que en un primer momento se argumentó que la Comisión Europea rechazaba vincular las apañadas con sus proyectos de reforestación en la Isla, el Cabildo "ha dado marcha atrás permitiendo que todas las personas interesadas puedan capturar cabras, previa autorización, en los riscos de Tamadaba, Inagua o Guguy".

Afonso destaca "las contradicciones y bandazos" de Morales en ese asunto, y sostiene que la alarma social generada ha puesto de relieve que sí existían otras alternativas "más sensatas y menos sanguinarias".